Hace un año la resignación flotaba en el ambiente, pero una energía
distinta iba circulando entre la gente a través de las redes sociales.
El 15 de mayo de 2011, la resignación por fin se convirtió en
indignación.
Un año después, con un nuevo gobierno del PP, todo avanza tal y como
estaba previsto, el guión dictado por los mercados y la Troika se cumple
a la perfección. El PSOE ya no servía, ya había hecho su parte, pero la
situación requería más (subida de impuestos), mucho más (otra reforma
laboral) y cada día menos sanidad, menos educación, menos empleo digno,
etc. El consejo de ministros de los viernes es el reality show
más evolucionado que hemos visto hasta ahora, todo es real y falso al
mismo tiempo. La supuesta autonomía con la que toman las medidas no es
más que una huida hacia delante de una
Europa-de-los-mercados-contra-los-ciudadanos que agoniza destruyendo las
bases de cualquier proyecto construcción europea basado en la
democracia. Es la mayor puesta en escena de un régimen de desposesión de
los bienes comunes y eliminación de los derechos conquistados que se
haya visto, decorada con una combinación palabras vacías, frases
repetidas y tópicos cínicos. Simple retórica basada en la exigencia de
un sacrificio permanente para prometer el futuro perdiendo el presente
de forma indefinida.
Casi 11 millones de personas confiaron su voto al “cambio” del PP
con la esperanza de que las mismas políticas hechas de otra manera
pudieran sacar a España de la crisis. ¡El sistema volverá a funcionar!
150 días después, con el país en recesión “objetiva”, la prima de
riesgo instalada en más de 400 puntos básicos y una batería de políticas
de ajuste insaciable para los mercados, la esperanza en que las cosas
mejorarán por este camino disminuye cada viernes.
Un grupo de políticos asesorado por economistas no va a solucionar
los problemas, más bien están demostrando su incapacidad para hacer
algo que no sea empeorar la vida de la mayoría de las personas, la
mayoría que importa. La esperanza en el cambio necesario no está
depositada en los políticos que nos gobiernan, se mueve hacia otro
lugar donde poder confiar. No será el gobierno, no serán los partidos,
no serán los bancos, ni tampoco los grandes empresarios los que aporten
una solución a todo lo que está ocurriendo. Es la gente común, harta
de sus mentiras, de sus promesas incumplidas, de sus planes para
emprendedores que nunca aparecieron por ninguna parte, de sus quimeras
de recuperación evaporadas, la que tiene la llave del cambio.
Llevamos cuatro años de estafa y todos estamos perdiendo. Todos
menos el 1% que aprovecha la situación para equilibrar sus cuentas,
conseguir leyes a su favor o mantenerse en un cargo público pese a su
ineptitud. Si votaste al PP pero su “cambio” no te convence, si saliste a
la calle el día de la huelga pero el gobierno no te ha escuchado, si tu
nivel de vida empeora cada día, si los recortes te ponen cada vez más
difícil ejercer tu profesión como te gustaría, mayo es tu mes. Es tuyo
si tienes un pequeño negocio en el que no te cuadran las cuentas pero
nadie te rescata, es tuyo si no sabes cómo vas a pagar la matricula de
la universidad o si una vez jubilada tienes que volver a pagar por las
medicinas que ya has pagando durante toda la vida. También es tuyo si
ahora tienes que calcular cuantas veces coges el metro porque está
carísimo o si te ha tocado alguno de los muchos EREs que se multiplican
día a día. Es tuyo si estás en riesgo de desahucio o pagas por tu
alquiler la mitad de tu sueldo. Es tuyo si ya no tienes paciencia para
buscar trabajo pero sí muchas ganas de hacer cosas. Es tuyo si te cabrea
que las libertades individuales se evaporen mientras se aprueban
amnistías fiscales. Como no va a ser tuyo si encima de no tener papeles
ahora te dejan sin acceso a la prestación sanitaria. Claro que es tuyo
si no puedes investigar mientras siguen invirtiendo en armamento. Es
tuyo si no sabes cómo vas a poder cuidar a tus padres o a tus hijos. Es
tuyo, si votaste o si no votaste. Es tuyo si vienes. Es tuyo si lo
haces tuyo.
Es tuyo si formas parte del 99% que crea la riqueza que el 1% expolia de forma sistemática.
El 12M-15M
es la oportunidad para demostrar que no estamos solos. Que el 1% no
puede gobernarnos. Que confiamos en quienes tenemos al lado aunque vivan
en Atenas, Reykjavik, El Cairo o New York. Que muchas personas podemos
seguir creando pequeñas solidaridades frente a los recortes o los desahucios.
Solidaridades que ponen en contacto a personas, que crean redes entre
diferentes que se reconocen como iguales. Redes que transforman la
realidad para el beneficio de todos. Sabemos que nadie nos va a venir a
salvar, que la estafa de la crisis sólo se soluciona cooperando para
conseguir una democracia con bases sólidas.
El 12M-15M
es mucho más que una jornada de protesta, es la posibilidad de
redescubrir una confianza construida en horizontal, de tú a tú. Una
confianza que sirva para poner en marcha formas colectivas de protección
y sostenibilidad. Todo el mundo es necesario para pensar, proponer,
imaginar, crear.
Sí, el 12M-15M es tuyo, ven a tomarlo con alegría.
Madrilonia.org
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