sábado, 30 de julio de 2011

Crisis y sistema

Cuando miles de indignados afirman que no es una crisis sino que es el sistema el causante de los múltiples problemas que nos aquejan están diciendo algo tan básico como que si no se tratan las raíces, si persisten las causas, producen las mismas consecuencias.

¿Pero de qué sistema hablamos? Muchos dirían capitalismo, pero eso es poco útil pues hay muchos capitalismos. Hay que partir de lo que se vive como crisis para entender que no es una patología del sistema sino el resultado de este capitalismo. Es más, la crítica se extiende a la gestión política. Y surge en el contexto de una Europa desequilibrada por un sistema financiero destructivo que conduce a la crisis del euro y suscita la desunión europea.

En las dos últimas décadas se ha constituido un tipo de capitalismo global dominado por instituciones financieras (los bancos son sólo una parte) que viven de producir deuda y cobrar por ella. Para aumentar sus ganancias las financieras crean capital virtual mediante derivados y se prestan las unas a las otras incrementando el capital circulante y por tanto los intereses a percibir. En promedio, en Europa y EE.UU. los bancos disponen sólo de un 3% del capital que deben y son considerados solventes si llegan al 5%. El otro 95% circula incesantemente y se diluye en múltiples acreedores y deudores relacionados por un mercado volátil escasamente regulado. Dícese que unas transacciones compensan otras y el riesgo se reparte. Para cubrirse se aseguran, pero las aseguradoras también prestan el capital que deberían reservar. Tranquilos porque se presupone que en último término el Estado (o sea nosotros) enjuga las pérdidas a condición de que sean suficientemente grandes. El efecto perverso de este sistema, operado por redes informáticas mediante modelos matemáticos sofisticados, es que es tanto más rentable (para las financieras y sus financieros) cuanto más presta aun sin garantías. Y aquí entra otro factor: el modelo consumista que busca el sentido de la vida comprándola de prestado.

Como la mayor inversión de las personas es su propia casa, el mercado hipotecario (cebado con intereses reales negativos) se hizo jauja y estimuló una industria inmobiliaria especulativa y desmesurada, depredadora del medio ambiente, que se alimentó de trabajadores inmigrados y dinero prestado a coste cero. Ante tal bonanza quedaron pocos emprendedores para apostar por innovación. Incluso empresas tecnológicas, grandes o pequeñas, usaron su negocio como base para su revalorización en el mercado bursátil. No eran los beneficios de la empresa sino su valor capitalizado lo que realmente contaba. Para muchos innovadores ser comprados era la máxima aspiración. La clave de esta pirámide especulativa era la imbricación de toda esa deuda, de forma que los pasivos se convertían en activos para garantizar otros préstamos. Cuando los préstamos no se pudieron pagar y empezaron las bancarrotas de empresas y personas, las quiebras se propagaron en cadena hasta llegar al corazón del sistema, las grandes aseguradoras. Ante el peligro de colapso de todo el sistema, los gobiernos salvaron a bancos y financieras.

Cuando se secó el crédito a las empresas la crisis financiera se convirtió en industrial y del empleo. Entonces los gobiernos asumieron el costo de del desempleo y de la reactivación económica. Como subir impuestos no da rédito político pidieron prestado a los mercados financieros, incrementando su ya elevada deuda pública. Cuanto más especulativas eran las economías (Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, España) y cuanto más cortoplazistas los gobiernos, mayor gasto público y mayor deuda. Como la deuda era en euros los mercados siguieron prestando contando con la UE. El resultado fue la crisis fiscal de varios países amenazados de suspensión de pagos. La crisis fiscal se convirtió en nueva crisis financiera al cuestionar el euro y al aumentar la prima de riesgo a los países sospechosos de futura insolvencia. Y como la deuda de los países estaba en manos de bancos alemanes y franceses había que salvar a los países para salvar a los bancos. La condición ha sido imponer la austeridad en gasto social y la reducción en empresas y empleo del sector público, con pérdida de soberanía económica de varios países, incluida España. Y así se llega a los despidos, aumento del paro, reducción salarial y recortes de servicios sociales, coexistiendo con ganancias sin precedentes para el sector financiero. Claro que hay unas cuantas cajas y bancos que hay que poner en orden, pero se intervienen, se venden y a seguir. Por eso no es crisis para el sistema, porque el capital financiero sale ganador a costa de imponer la crisis a personas y gobiernos. De paso se disciplina a los sindicatos y a los ciudadanos. Y así la crisis se hace crisis política.

Porque la otra característica clave del sistema no es económica sino política. Se trata de la ruptura del vínculo entre ciudadanos y gobernantes. "No nos representan", dicen muchos. Los partidos viven entre ellos y para ellos. La clase política es una casta con un común interés en mantener el reparto de poder mediante un mercado político-mediático cada cuatro años. Auto-absolviéndose de corruptelas y abusos mediante la designación política de la cúpula del poder judicial.

Así asegurado el poder político pactan con los otros dos poderes: el financiero y el mediático, que están profundamente imbricados. Y mientras la economía de la deuda marche y la comunicación se controle, la gente hace su vida y pasa de ellos. Ese es el sistema. Y por eso se creían invencibles. Hasta que la comunicación se hizo autónoma y la gente se enredó, Y juntas perdieron el miedo y se indignaron. ¿Adónde van? Cada cual tiene su idea, pero hay temas comunes: que los bancos paguen la crisis, control de políticos, internet libre, una economía de la creatividad y un modo de vida sostenible. Y, sobre todo, reinventar la democracia sobre valores de participación, transparencia y rendición de cuentas al ciudadano. Porque como decía una pancarta: "No es crisis, es que ya no te quiero".

M. Castell. Sociólogo

La Vanguardia

http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20110730/54193593861/crisis-y-sistema.html

jueves, 28 de julio de 2011

La "religión" del crecimiento como dictadura del presente

Desde que en el año 2007 las fuerzas económicas de los mercados, con las hipotecas subprime como herramienta, llevaron a la economía global al borde del abismo, el saqueo de los bienes colectivos no conoce descanso. La ideología neoliberal y la «religión» del crecimiento económico maquinan, y la política hace. Convertida la economía en un gran casino, ahora mandan jugar al dominó, y Atenas, Dublín, Lisboa, Madrid y Roma sucumben al dictado. La eurozona, incapaz de resolver el «problema griego» y acosada por los «tres gigantes» estadounidenses -las agencias de calificación Moody´s, Fitch y Standar & Pool-, se enfrenta ya a un desastre que amenaza no sólo su moneda única, sino también su credibilidad y el propio ideal europeo. Ni siquiera Barack Obama, impotente ante su minoría parlamentaria en Washington, puede escapar a unas maniobras especulativas que han conseguido que los bonos de Estados Unidos dejen de ser la «inversión más segura del mundo».

La estrategia para salir de este atolladero está haciendo aguas. Ni siquiera puede llamarse por ese nombre al ir saltando de país en país, rescate tras rescate, implementando medidas que sólo ganan tiempo a un coste socialmente inasumible. Esta semana el Banco Central Europeo dio otro buen ejemplo de ello: volvió a subir el precio del dinero apretando así, todavía más, la soga al cuello de los países «rescatados» o candidatos al rescate.

Nadie explica, dos más dos cuatro, la verdadera dimensión del problema. Pero cada vez son más quienes sienten, con mayor o menor impacto, los zarpazos de una bestia que no crearon y que ahora se revuelve para alimentarse a su costa.

La frustración y la indignación social son grandes y comprensibles. Pero quizá convendría plantear nuevos enfoques y cambiar ciertos esquemas.

¿Universalizar nuestro nivel de vida?

Cuando la Asamblea General de la ONU ratificó, allá por 1948, que «toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; y asimismo la seguridad en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez», no tenía en mente el derecho a dos o tres coches por familia, televisiones con pantalla de plasma múltiples, aire acondicionado y frigoríficos para todos. Seguramente no podía imaginar que el uso global de energía crecería hasta el máximo histórico que ha alcanzado la humanidad a inicios del siglo XXI, que la demanda de petróleo superaría los 100 millones de barriles diarios -con el incremento de las emisiones y sus consecuencias medioambientales y climáticas-.

Difícilmente imaginaría que en una década los habitantes de mundo occidental han doblado la cantidad de ropa que compran. Que los bienes de consumo ya no son durables, que la vida útil de los instrumentos electrónicos se iría acortando. Y qué decir del 40% de la comida de EEUU o el 30% de la europea que es arrojada antes de llegar a ser consumida.

¿Pero qué significa un nivel de vida adecuado bajo los estándares universales de ese derecho humano básico? ¿Y cuál sería el resultado si fueran estandarizados en todo el mundo?

Una utopía para millones de personas

Está ocurriendo lo que se supone que debe ocurrir en una economía del crecimiento, en un mundo cada vez más «IKEAizado», de usar y tirar, que sólo puede funcionar inventando frenéticamente nuevas necesidades.

El nivel de vida que disfrutamos es una utopía para miles de millones de personas mientras 1200 personas sigan siendo propietarias del tres por ciento de los bienes privados del mundo y, a su vez, la mitad de la humanidad apenas posea un dos por ciento. Pretender que todo el mundo emule el estilo de vida occidental se asienta en una lógica perversa: quieren copiarlo, ergo tiene que ser correcto.

La creciente capacidad de destrucción masiva de las sociedades de consumo no sólo se asienta sobre la base de que los ganadores se hacen más ricos y los perdedores más pobres, sino también porque constituye una injusticia generacional de proporciones históricas. Podría describirse como una dictadura del presente a expensas del futuro. O quizá, simplemente, como lo contrario de la inteligencia.

Progreso como eliminación de privilegios

Alcanzar un futuro diferente es un reto para la política. Requiere un cambio radical de la economía y las formas de vida, una nueva intolerancia contra la violación crónica del derecho humano a la supervivencia futura. Si a los capitalistas de principios del siglo pasado se les hubiera preguntado sobre el trabajo infantil o la jornada laboral de 12 horas, hubiesen respondido que nada podría funcionar sin ello. Hubo que organizar la política, tomar decisiones frente a una resistencia masiva. Y luchar. El trabajo infantil fue prohibido y la jornada laboral de 8 horas implementada.

Estos ejemplos, y tantos otros, demuestran que la modernización y el progreso sólo puede ser el resultado de la laboriosa conquista de eliminar privilegios. La política no progresará si hace de la protección de los privilegios la razón de su existencia. Si no actualiza la conversación de desechar y reemplazar los fundamentos básicos de la sociedad capitalista de consumo.

Medios. "Las versiones españolas de Murdoch"

Andan los ambientes periodísticos y políticos de todo el mundo, y de España en especial, muy alterados por el escándalo Murdoch, su espionaje telefónico, sus connivencias con políticos y sus chanchullos financieros. Todos los medios españoles presentan lo sucedido en el Reino Unido como métodos y hábitos ajenos a nuestro país. A ninguno se le ha ocurrido recordar que prácticamente todas las tropelías del magnate australiano tiene su correspondiente formato en España. Repasemos. En 1995 la justicia procesó a Javier Godó, presidente y propietario mayoritario del Grupo Godó editor, entre otros medios, del diario La Vanguardia, por crear una red de escuchas ilegales con el objetivo de seguir y vigilar a numerosas personalidades de la vida política y económica española. Fueron espiados el alcalde de Barcelona, el fiscal general del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, diferentes ministros y hasta el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Aquí no se pagó a las fuerzas de seguridad por su silencio, se les encargó a ellos realizar los pinchazos telefónicos. Fue un ex agente del CESID quien terminó condenado por crear la red de escuchas. Además, en la sede del grupo Godó un ex coronel tenía un despacho en el que aparecieron quince documentos de los servicios de inteligencia clasificados como secretos y confidenciales. Al final nunca se supo quién hizo el encargo de espionaje.

En el Consejo de Administración del grupo Vocento (ABC) se encontraba Emilio Ybarra, quien también fue presidente del BBVA. Dimitió de sus cargos al ser procesado por apropiación indebida de fondos ocultos en Jersey en 1990. Inicialmente la Audiencia Nacional le condenó pero el Tribunal Supremo le absolvió.

En 1992 el grupo Prisa compró Antena 3 Radio, la cadena líder de audiencia aquellos años y principal competidora de la Ser. Contaron con la autorización del gobierno socialista y ocho años después la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo declararon la compra y autorización gubernamental anulables e improcedentes por incumplir las leyes antimonopolio contra la concentración de medios de comunicación. Como Prisa se encargó de cerrar Antena 3 Radio, nunca se pudo revertir la operación.

Sobre el grupo Zeta cuenta el periodista de Interviú Santiago Miró que, con la mediación de siete millones de pesetas, Mario Conde logró parar las rotativas de un número de la revista de 1991 que contenía una información sobre Banesto que no era de su gusto cuando llevaban impresos 70.000 ejemplares.

En 1998 Baltasar Garzón procesó al presidente y vicepresidente de Telecinco acusados de diversos actos fraudulentos, dos años después imputa a su principal accionista Silvio Berluconi por delitos de fraude fiscal y violación de la legislación española anticoncentración de medios. La impunidad parlamentaria de Berlusconi impidió que fuera juzgado, al igual que su mano derecha Marcello Dell'Utri, que fue presidente de Publiespaña, la empresa encargada de la publicidad de Telecinco. Dell'Utri ha sido condenado en Italia a varios años de prisión por colaboración externa con la mafia.

El diario El Mundo pertenece a Unidad Editorial. Aquí los directivos del periódico, sabedores de que el grupo italiano Rizzoli estaba interesado en hacerse con la mayoría de las acciones de la compañía, compran a sus compañeros de redacción sus participaciones para revenderlas a los italianos y embolsarse, en el caso de Pedro J. Ramírez, alrededor de dos mil millones de pesetas entre 1999 y 2003.

Sobre la connivencia entre políticos y grupos de comunicación. De sobra se conocen las sinergias entre PSOE con Prisa y Mediapro (Público, LaSexta), aunque con recurrentes discusiones de familia que nunca llegan a mayores. Los sindicatos de TVE han denunciado en numerosas ocasiones las millonarias contrataciones a la productora Mediapro. Y el periodista Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación con Rodríguez Zapatero y marido de la ministra de Defensa, es consejero delegado de una multinacional británica accionista de LaSexta. En cuanto a Prisa, su principal accionista de entonces y presidente, Jesús Polanco, recibió millonarios ingresos del gobierno de Felipe González a través de los Fondos de Ayuda al Desarrollo, destinados a que países, en su mayoría latinoamericanos, compraran bienes y servicios de empresas españolas. Gracias al gobierno socialista Prisa fue la única empresa española que explotaba un canal de pago de televisión.

Son sólo pequeños ejemplos para recordar que aquí nuestros propietarios de medios no tienen nada que aprender de Robert Murdoch. La diferencia es que aquí ni dan explicaciones en el Congreso ni terminan condenados por la justicia.

Pascual Serrano es periodista. Todos los datos de este textos proceden de su libro “Traficantes de información. La historia oculta de los grupos de comunicación españoles” (Akal, 2010)
Fuente: Rebelión

lunes, 25 de julio de 2011

Democracia y justa indignación

En un reciente artículo publicado en este mismo diario, Antoni Doménech y Daniel Raventós proponían alternativas viables para ayudar a salir de este caos económico y político, que perjudica a todos, pero especialmente a los más débiles. No puedo estar más de acuerdo, y quisiera insistir en que hay alternativas a lo que sucede, alternativas que pasan por construir democracias auténticas y por dar cuerpo con nuevas fórmulas al Estado Social de Justicia, la gran aportación de Europa. En ello y en el diseño de una gobernanza global creo que nos jugamos el futuro. En lo que hace a la democracia, sería el momento de instaurar una bien entendida democracia deliberativa.

La democracia deliberativa es representativa, sabe que el mejor modelo consiste en la participación del pueblo en los asuntos públicos a través de representantes elegidos, a los que pueden exigirse competencia y responsabilidades. Pero exige llevar a cabo al menos cuatro reformas: perfeccionar los mecanismos de representación para que sea auténtica, dar mayor protagonismo a los ciudadanos, tratar de asegurar a todos al menos unos mínimos económicos, sociales y políticos, y propiciar el desarrollo de una ciudadanía activa, dispuesta a asumir con responsabilidad su protagonismo.

En lo que hace a la primera tarea, conseguir una mejor representación no es fácil, pero cabría ir proponiendo sugerencias como asegurar la transparencia en la financiación de los partidos para evitar la corrupción; confeccionar listas abiertas, que permiten a los ciudadanos no votar a quienes no desean y quitan fuerza a los aparatos, evitando en cada partido el monopolio del pensamiento único; eliminar los argumentarios, esos nuevos dogmas a los que se acogen militantes y medios de comunicación afines, impidiendo que las gentes piensen por sí mismas; prohibir el mal marketing partidario, que consiste en intentar vender el propio producto desacreditando al competidor, olvidando que el buen marketing convence con la bondad de la propia oferta; penalizar a los partidos que, al acceder al poder, no cumplen con lo prometido ni dan razón de por qué no lo hacen; acabar con la partidización de la vida pública, con la fractura de la sociedad en bandos en cualquiera de los temas que le afectan; propiciar la votación por circunscripciones, favoreciendo el contacto directo con los electores.

Estas serían algunas propuestas para mejorar la representación, pero la buena representación, con ser esencial, no es el único camino para que los ciudadanos expresen su voluntad.

Es necesario multiplicar las instancias de deliberación pública, en comisiones, comités y otros lugares cualificados de la sociedad civil, impulsar las "conferencias de ciudadanos", y abrir espacios para que las gentes puedan expresar sus puntos de vista. Este es el espacio de la opinión pública -no solo publicada-, indispensable en sociedades pluralistas, que hoy se amplía en el ciberespacio, pero sigue reclamando lugares físicos de encuentro, de debate cara a cara, porque nada sustituye la fuerza de la comunicación interpersonal.

Un paso más consistiría en delimitar, como mínimo, una parte del presupuesto público, y dejarla en manos de los ciudadanos para que decidan en qué debe invertirse, mediante deliberación bien institucionalizada y controlada, aprendiendo de experiencias como las de Porto Alegre, Villa del Rosario, Kerala y una infinidad de lugares no tan emblemáticos a lo largo y ancho de la geografía. Y someter a referéndum cuestiones vitales para la marcha del país, siempre que hubiera amplios debates sobre los temas en discusión, con la inclusión de conferencias de ciudadanos.

Todo esto tiene sentido, claro está, asegurando a todos al menos unos mínimos cívicos, económicos y políticos, que es a lo que se compromete el Estado Social de Derecho, que es el nombre político del país en el que vivimos, y propiciando que exista una ciudadanía activa, consciente de sus derechos y también de sus responsabilidades.

La meta consiste, como es obvio, en ir consiguiendo que los destinatarios de las leyes, los ciudadanos, sean también sus autores, a través de la representación auténtica y la participación de los afectados.

Algo así es lo que promete el término "democracia", que usamos para el mejor sistema de gobierno experimentado hasta la fecha. Pero cuando las promesas no se cumplen, cuando hay un abismo entre las expectativas legítimas y las realizaciones porque el paro es escandaloso, aumenta la pobreza, las hipotecas no se pueden pagar, se deteriora la sanidad pública, crece la corrupción, se destruye la separación de poderes, se "fugan" a Alemania o Estados Unidos los mejor preparados y Bildu ocupa puestos de responsabilidad pública, surge la indignación en muy diversos sectores, y no cabe decir que las gentes se desinteresan de la política: se desinteresan de un modo de funcionar la política al que no le importan sus problemas.

Sin capacidad de indignación -decía Nancy Sherman- podemos no percibir las injusticias. Pero una vez percibidas, con sentido de la justicia, se hace necesario buscar los caminos para acabar con ellas y tal vez la democracia deliberativa sea un buen mecanismo para ello.

Adela Cortina es catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación ÉTNOR.

Fuente. El País

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Democracia/justa/indignacion/elpepiopi/20110724elpepiopi_5/Tes

¿Se puede estar sano en un mundo enfermo?

Si eficacia, rendimiento y competitividad son los valores supremos a los que todo lo demás ha de subordinarse, entonces el ser humano ha perdido definitivamente la partida. Jorge Riechmann

Para poder responder a esta pregunta es necesario aclarar de entrada qué entendemos por estar sano. ¿Será lo mismo para mí que para quien lee estas palabras? Tal vez no. El concepto de salud, su imaginario y su expresión, son dinámicos y cambian entre hombres y mujeres, entre culturas distintas y según el momento histórico. En el mundo occidental se ha aceptado la definición propuesta en 1946 por la Organización Mundial de la Salud de “completo bienestar físico, psicológico y social”, que da una visión de la salud que va más allá de lo meramente físico.

No obstante, la realidad de la medicina actual dista mucho de esta visión, mostrándonos el proceso de salud-enfermedad como centrado en lo biológico y lo individual, y las mejoras de salud como producto de las crecientes innovaciones tecnológicas (diagnósticas y terapéuticas). Claro, que para otras personas, la salud es un bien de consumo como cualquier otro. Así, uno de los sectores más lucrativos del mundo, el farmacéutico, se ha especializado en generar nuevas enfermedades que le permitan seguir alimentando su insaciable estómago. Sin embargo, se está olvidando que la salud es también uno de los derechos sociales básicos [1].

En nuestra salud influye un complejo entramado de factores, no siempre fácilmente delimitables entre sí: algunos individuales, como la carga genética, la propia constitución, etc.; otros tienen que ver con nuestro estilo y condiciones de vida, así como con el entorno natural, cultural y social en que nos desarrollamos. En definitiva, formamos parte de un sistema más amplio del que no podemos ser ajenos/as.

Ahora bien, ¿cuál de estos factores influye más en la salud humana? Y ¿sobre cuáles una intervención produciría una mayor mejora en la salud de la gente? En la figura 1 se observa la evolución de la mortalidad por tuberculosis en Inglaterra y Gales. Como se aprecia, la introducción de un tratamiento efectivo y de la vacuna se produjo cuando ya había disminuido considerablemente la mortalidad (si bien la introducción de la estreptomicina supuso una reducción del 50% en la mortalidad). La mejora progresiva del estado nutricional, y con posterioridad de la condición de hacinamiento en las ciudades, permitió este cambio.

A lo largo de la historia, la evolución de los patrones de enfermedad ha estado estrechamente vinculada con las interacciones humanas sobre el medio ambiente y con los cambios sociales. El cólera apareció cuando se crearon poblados con su correspondiente abastecimiento de agua, y el paludismo se agravó con los avances de las técnicas agrícolas. La tuberculosis se desarrolló en las ciudades, y la propagación de las infecciones intestinales fue resultado de la contaminación de los alimentos y del agua [2].

Por tanto, parece lógico aceptar que actuar sobre el medio ambiente natural y social, incidiendo en afrontar las desigualdades (aquellas diferencias que se nos presentan como innecesarias y evitables), tendrá un impacto sobre la salud humana de gran magnitud.

Problemas al sobrepasar los límites

Sin embargo, vivimos en un mundo cada día más desigual, más violento y más estrangulado por la actividad humana. Hasta el momento los seres humanos han conseguido esquivar las regulaciones de los ecosistemas locales (aunque ello suponga acabar con múltiples formas de vida de otras especies). Pero, ¿pueden traspasar los límites del ecosistema global Tierra? Parece claro que no. A continuación se apuntan algunas de las posibles consecuencias sobre la salud de las poblaciones humanas de sobrepasar los límites de la ecosfera:

Reducción de la biodiversidad (genética, del número de especies y de ecosistemas). El ritmo de extinción de especies se ha acelerado considerablemente, haciendo pensar que nos encontramos ante la sexta extinción masiva del planeta, esta vez causada por una de las especies que la habitan: la humana. Se estima que en los próximos 50 años podrían desaparecer entre un 25 y un 50% de las especies existentes. La pérdida de biodiversidad amenaza a aquellos sistemas que sustentan la vida (mantenimiento del ciclo del agua, del oxígeno…), y por lo tanto, a la propia supervivencia de la especie humana. Implica también una dependencia, cada vez mayor, de un conjunto de alimentos progresivamente más limitado y menos diverso, con una dudosa inocuidad (alimentos modificados genéticamente). Algunas enfermedades infecciosas están sufriendo un incremento como consecuencia de la pérdida de otras especies. Un ejemplo sería la enfermedad de Lyme, transmitida a través de la picadura de garrapata, que se ha visto favorecida por el incremento de la población de roedores tras la desaparición de sus depredadores [3]. Se pierde también la potencialidad preventiva y curativa de todas las especies extinguidas y se produce un empobrecimiento cultural como consecuencia de la disminución de la diversidad.

El cambio climático tiene y tendrá efectos devastadores sobre las poblaciones humanas, especialmente sobre aquellas más desfavorecidas socialmente, produciendo [4]:

Muertes y desplazamientos masivos de población por subidas del nivel de las aguas y por fenómenos climáticos extremos como sequías, ciclones, tormentas tropicales e inundaciones.

Expansión y reaparición de enfermedades infecciosas de ambientes tropicales, por favorecer el clima en que se desarrollan los vectores que las transmiten (mosquitos) como por ejemplo el dengue y el paludismo. También aumentarán el cólera, la leishmaniasis, las encefalitis transmitidas por virus, la criptosporidiosis y la esquistosomiasis.

Potenciación de los efectos nocivos sobre la salud de la contaminación atmosférica (por ejemplo, la producción de ozono, con efectos muy perniciosos sobre la salud, es mayor cuando las temperaturas son más altas). Según la OMS un 1,4% de la mortalidad por todas las causas a escala mundial es atribuible a la contaminación atmosférica, así como un incremento de enfermedades cardiovasculares, infecciones respiratorias y cáncer [5] . Aunque el aumento del riesgo producido por los distintos contaminantes sobre la salud sea pequeño en cuanto a su magnitud, al actuar sobre toda la población, el número de personas afectadas es muy grande. También se favorece un aumento de partículas polínicas con el consecuente incremento de alergias.

Mayor frecuencia de fenómenos térmicos extremos (olas de frío o de calor), con el aumento asociado de morbilidad y mortalidad en estos periodos (aunque es cierto que las olas de calor posiblemente se asocien a inviernos más suaves en los que muera menos gente). En el Estado español, durante los meses de junio y septiembre de 2003, en los que hubo 3 olas de calor, se produjo un exceso de unas 6.500 muertes, sobre todo de mayores de 75 años [6].

Agotamiento de los recursos energéticos no renovables. En sociedades altamente dependientes del transporte, masificadas en ciudades, con una dependencia alimentaria y de recursos externos total, cubrir las necesidades, especialmente las de las personas más desfavorecidas, será difícil. Las tensiones sociales en las grandes urbes pueden aumentar fruto de esto y de la cada vez mayor polarización social. Las tensiones geopolíticas por el control de recursos estratégicos están suponiendo ya trágicas consecuencias sobre la salud humana. Se estima que hasta mediados de 2004 la invasión de Iraq había producido un exceso de mortalidad de más de 100.000 personas [7]

La destrucción de la capa de ozono está aumentando el nivel de radiaciones ultravioletas. Para mediados del presente siglo se estima que la incidencia de cáncer de piel habrá aumentado entre un 5 y un 10%. También aumentarán algunos tipos de enfermedades oftalmológicas (melanoma uveal, queratitis, pterigium, cataratas, degeneración macular) y se producirán alteraciones en el sistema inmune que aumentarán la susceptibilidad a infecciones (4).

El uso extendido de productos químicos, algunos con efectos nocivos conocidos sobre la salud y otros muchos de los que se desconoce aún el riesgo que entrañan, puede acarrear nuevas enfermedades. Las vías de exposición más comunes son la alimentación, el trabajo y el ambiente. Los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes (tóxicos que se acumulan progresivamente en el organismo y en el ambiente sin degradarse), engloban a pesticidas como el DDT y el DBCP [8] , productos químicos de aplicación industrial como los PCB y subproductos no deseados como las dioxinas y los furanos. Otros ejemplos son los metales pesados como el plomo y el mercurio [9], o a los BFR (retardantes de llama bromados), que actúan como disruptores endocrinos, alterando la función del sistema hormonal tiroideo y sexual, así como el desarrollo neuroconductual.

El cada vez más complejo y menos natural procesamiento de los alimentos producirá, sin duda, nuevos cambios en los patrones de salud-enfermedad [10].

Se ha estudiado también la influencia del paisaje en la salud humana. El simple hecho de estar en un entorno con formas diversas de vida (vegetal y animal), sin contaminación, y con una estética natural, ya sea en la ciudad o en el campo, produce en las personas una sensación de bienestar. Estos estudios orientan acerca de los efectos que podría tener sobre la salud mental un ambiente progresivamente degradado (ambiental y socialmente).

La pobreza mata

Una reflexión aparte merece la pobreza. Según el último Informe de Desarrollo Humano (PNUD, 2005) 2.500 millones de personas, el 40% de la población mundial, viven con menos de dos dólares al día. A lo largo de los últimos años la brecha entre países del centro y de la periferia (y entre ricos y pobres dentro de cada país) cada vez es mayor. Las desigualdades de género también persisten, y las mujeres siguen siendo mayoría en las capas de población más pobres. En algunos países del continente africano, la esperanza de vida ha sufrido un retroceso importante (a causa de la combinación pobreza-sida) y no llega a los 40 años.

Las condiciones ambientales más degradantes con frecuencia van asociadas a la pobreza. Así, la creciente escasez de agua supone que más de 1.000 millones de personas no tengan acceso al agua potable, y que 2.600 millones más carezcan de un adecuado tratamiento sanitario de la misma. La desnutrición, que aumenta aún más los riesgos en salud, también va de la mano de la pobreza. Las poblaciones pobres son, por tanto, más vulnerables a los impactos sobre la salud de los cambios ambientales, y además (a veces de forma diferida en tiempo y espacio) los sufren como consecuencia de los hábitos de consumo de las poblaciones más ricas.

Parece cuanto menos difícil estar sano en un mundo tan profundamente enfermo. Sin duda, hay quien tachará este análisis de catastrofista (desde luego, para empeñarse en continuar por el camino actual sin ni siquiera pararse a pensar, no basta con ser optimista). Sin embargo, el potencial de cambio y mejora de la salud es impresionante, y más factible que pretender dominar el genoma humano. Cada persona, cada barrio, cada pueblo, puede cambiar su vida, puede cambiar su entorno, puede cambiar su historia. Pero no sólo puede, sino que tiene derecho a hacerlo. La Constitución Española y la Ley General de Sanidad reconocen el derecho a la participación ciudadana en la salud. Cualquier persona o colectivo debería tener derecho, por lo tanto, a participar en aquellas políticas con impacto en la salud (económicas, sociales, ambientales, sanitarias…) y a reorientarlas hacia una mejora de la salud colectiva. Pero no sólo se tiene derecho. No se puede mejorar la salud sin la participación de la ciudadanía: es una necesidad técnica. ¿Cómo se podría hacer sin contar con sus protagonistas? Parece más bien complicado.

Abrir la puerta a la esperanza

Como vemos no podemos desvincular los problemas de salud del contexto social y ambiental en el que vivimos. A las personas, por lo general, nos preocupa nuestra salud, pero hasta el momento no hemos dispuesto de las herramientas necesarias para relacionarla con el entorno cercano y global. Analizar la salud desde una perspectiva amplia e integral implica necesariamente empoderar a las personas en la toma de decisiones acerca de su cuerpo y de los procesos salud-enfermedad, así como tomar conciencia de los problemas ambientales y sociales de nuestro tiempo. Tenemos derecho a gozar de una vida digna y saludable, pero también tenemos la responsabilidad de que nuestro estilo de vida vaya encaminado a mejorar la propia salud y la colectiva.

Vivir saludablemente es una forma indirecta de contribuir a la salud global: buscar el equilibrio con el medio que nos rodea; cuidar el entorno; replantear nuestros hábitos de vida desvinculando lo mercantil de la salud; consumir de forma crítica y responsable; ahorrar energía; hacer ejercicio físico caminando, usando la bicicleta o el transporte público; comer de forma saludable, empleando alimentos menos procesados y sin envases, producidos localmente, sin abusar de la carne y el pescado; aprender a vivir a un ritmo distinto; reconocer nuestra valía; apreciar la solidaridad y las relaciones humanas; distribuir equitativamente el trabajo reproductivo; redescubrir lo extraordinario de ver un pájaro volar, de sentir el mar, de una caricia; afrontar los conflictos cotidianos de forma positiva y asertiva; implicarse en el cambio de la realidad participando en movimientos vecinales y sociales...

Desde una perspectiva de la ecología social, el movimiento ecologista debería también participar de este proceso de toma de conciencia colectiva. Reivindicar el derecho a un ambiente saludable y respetuoso con el resto de seres vivos y con las futuras generaciones, el derecho a unas condiciones de vida dignas, y la responsabilidad compartida de reducir las desigualdades sociales y de género, es reafirmar el derecho a la salud, individual y colectiva. Y reivindicar el derecho a la salud humana, pasa, hoy día, por asumir los límites del ecosistema global y transformar los patrones de consumo y crecimiento por los de respeto mutuo y equidad.

La existencia humana no va necesariamente enfrentada a la convivencia entre sí y con el resto del entorno. Es nuestra responsabilidad reorientar su camino y abrir una puerta a la esperanza.

Notas

[1] Artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. ONU, 1948; Artículo 43 y 49 de la Constitución Española, 1978; Ley 14/1986 General de Sanidad

[2] McKeown Thomas. Los orígenes de las enfermedades humanas. Crítica, Barcelona, 1990

[3] World Health Organization. Ecosystems and Human Well-being: Health Synthesis. A report of the Millenium Ecosystem Assessment. Geneva, 2005

[4] A.J. McMichael et al. Climate change and human health. Risks and responses. World Health Organization (WHO). Geneva, 2003

[5] WHO. ‘Outdoor air pollution. Assessing the environmental burden of disease at national and local levels’. Environmental burden of disease Series, No 5. Bart Ostro. Geneva, 2004.

[6] F Simón, G Lopez-Abente1, E Ballester, F Martínez. ‘Mortality in Spain during heat waves of summer 2003. Surveillance Report’. Eurosurveillance Vol. 10. Issues 7-9. Jul-Sept 2003. Martínez Navarro F, Simón-Soria F, López-Abente G, 2004. ‘Valoración del Impacto de la Ola de Calor del Verano de 2003 sobre la Mortalidad’, Gac Sanit 2004; 18(Suppl 1):250:8

[7] Les Roberts et al. ‘Mortality before and after the 2003 invasion of Iraq: cluster sample survey’. Lancet 2004; 364: 1857–64.

[8] El dibromocloropropano (DBCP) ha producido decenas de miles de personas afectadas y centenares de muertes en Centroamérica. A pesar de estar prohibido en EE UU por su toxicidad, Dow Chemical continuó exportándolo durante años a compañías como la Standard Fruit Company y la Shell bajo el nombre comercial de Nemagón y Fumazone.

[9] La UE recomienda a mujeres embarazadas o en periodo de lactancia no consumir más de 100 g de pescado a la semana para evitar los efectos nocivos del metil-mercurio, que se acumula en los tejidos grasos y puede producir mutaciones, malformaciones y degeneración neuronal.

[10] Un ejemplo sería la aparición y difusión de enfermedades en los últimos años como el síndrome hemolítico-urémico, cuyo origen está estrechamente relacionado con cambios sustanciales en el proceso productivo de la industria cárnica, que permite que a una sola hamburguesa vaya a parar carne de múltiples cabezas de ganado. El germen que produce la enfermedad existe desde hace siglos, pero son las condiciones de explotación ganadera actuales las que han favorecido que aparezca la enfermedad. Otro ejemplo sería la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (de las vacas locas) relacionada con el consumo de carne de vacunos previamente alimentados con piensos de restos de otros animales.

Edith Pérez Alonso es médica especialista en medicina familiar y comunitaria y pertenece a Ecologistas en Acción

Fuente: Rebelión


sábado, 23 de julio de 2011

Toma las plazas, toma las calles, toma las redes

El movimiento 15M también busca regenerar la participación democrática en internet, por eso frente a las redes sociales comerciales ha apostado por N-1.

7 de junio, asamblea extraordinaria de Acampada Sol en la analógica plaza del Carmen. Estamos a cinco días de levantar el campamento y queremos dejar canales de comunicación preparados para la siguiente etapa de descentralización. Mucho ha cambiado desde que alguien abrió una cuenta en Gmail la noche del 15 al 16 de mayo junto al Oso y el Madroño y hemos alcanzado una complejidad operativa que no cabe en ninguna de las plataformas web habituales. ¿Cómo lo haremos? La asamblea parece tenerlo claro: pensemos en cómo sacar el máximo partido a N-1.

Una frase termina de convencer a quienes dudan: “Al igual que no convocamos asambleas en la planta baja de El Corte Inglés, no vamos a Facebook”. Si elegimos estar en la Puerta del Sol pasando calor y tragando polvo porque merece la pena utilizar el espacio público y autoorganizarnos, en internet tiene sentido apostar por N-1. Lleva cierto esfuerzo extra aprender a habitarlo y mantenerlo, pero es una decisión política que conecta con una idea clave del movimiento 15M: no queremos que nuestras vidas sean mercancía. Frente a regalar nuestros datos personales y nuestra memoria colectiva a empresas transnacionales de dudosa ética, se opta por la red social más transitada de Lorea, un proyecto sin ánimo de lucro para crear redes libres autogestionadas.

La primera semana, a medida que se multiplicaban las plazas tomadas por el mundo y las carpas por Sol, un grupo de hackers formaba la comisión Hacksol para poner a punto el software libre de siempre (blogs y listas de correo). Les sobrepasaron prácticas comunes en la web 2.0: hacían falta calendarios de eventos, textos de edición colectiva, galerías de fotos, entornos de debate más versátiles, etc. Algunas personas vinculadas a Lorea estábamos viviendo el 15M desde dentro pero dudamos si proponer N-1 porque quizá no estaba preparado en términos de estabilidad y usabilidad. Aún así, Hacksol quiso experimentar instalando network. takethesquare.net, una nueva red basada en el código de Lorea que estaría federada con el resto (en una fase desarrollo hacia la que estamos apuntando). También llegamos tarde: acampadas tan activas como las de Barcelona, Málaga o Sevilla ya habían abierto sus grupos en N-1 y pronto les siguieron más. Muchas otras iniciativas individuales o colectivas que se identifican con el 15M no tardaron en habitarlo intensamente, compartiendo información y motivos para la movilización en red.

No sorprende si se tiene en cuenta la creciente preocupación general sobre las redes sociales comerciales. Episodios de censura, cierres unilaterales (es significativo que Facebook borró el evento de Democracia Real Ya para la manifestación del 15M), legislación liberticida e invasión publicitaria han levantado las alarmas y cada vez nos preocupan más nuestra privacidad y soberanía tecnológica. Era de esperar que el malestar que vertebra el 15M, ese profundo descontento con vías de participación política y social insuficientes, se muestre en internet.

No obstante no queremos negar el papel de Facebook y Twitter, que no se han abandonado por su incontestable poder de difusión mayoritaria. Tampoco obviar una diferencia de enfoque que puede resultar chocante o desmotivadora en principio: N-1 no está pensado como espacio de socialización, sino para la colaboración horizontal. No encontrarás en ella a tus amigas del instituto, pero sí un sitio donde consultar actas o escribir manifiestos colectivamente. Funciona sólo para conectar a personas ya movilizadas, al menos por ahora.

La buena noticia es que estas personas no son pocas: en mes y medio pasamos de 3.000 a 19.000 habitantes y de 370 a 2.100 grupos. Y lo mejor no es la cantidad de nuevos avatares, sino la calidad de las asambleas virtuales que están recuperando el debate en internet en paralelo a las asambleas populares en los barrios. Respecto a Lorea, como para muchos otros proyectos contrahegemónicos anteriores al 15M, este despertar trae nuevas fuerzas en forma de inteligencia colectiva que se ha incorporado a la comunidad y, por supuesto, nuevos retos para satisfacer las expectativas. Nadie estaba preparado para esta eclosión, pero aprendemos juntas cada día. Estamos pensando cómo pasar de ver las plazas como centros comerciales privativos a vivirlas como ágoras donde se construye y enreda ciudadanía; queda mucho que inventar, en las calles y en las pantallas.

En el último mes y medio se ha hecho evidente la caducidad de ciertas instituciones y una gran parte de la ciudadanía es consciente de que necesitamos un cambio. Ver a Mark Zuckerberg bromeando con Sarkozy antes de la última cumbre del G8 sugiere más argumentos. Es pronto para saber qué va a pasar con Lorea y cómo va a articularse con otros proyectos de empoderamiento tecnológico, pero la credibilidad de esos gigantes que gobiernan también en internet sin que nadie les haya votado ya se ha fracturado. Si no queremos estar en manos de banqueros y políticos, tampoco de piratas de Silicon Valley.

Marta G. Franco es de la comisión de Comunicación y Difusión en Red de Acampada Sol.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Toma-las-plazas-toma-las-calles.html

Noticia relacionada:
-N-1: una red social no mercantilizada es posible


viernes, 22 de julio de 2011

MOVIMIENTO 15- M. MARCHAS POPULARES INDIGNADAS LLEGADA A MADRID. ACTIVIDADES Y MANIFESTACIÓN












MARCHAS POPULARES INDIGNADAS
LLEGADA A MADRID. ACTIVIDADES Y MANIFESTACIÓN

Diferentes marchas indignadas llevan semanas caminando hacia Madrid desde distintos puntos de España. Mañana sábado 23 de julio llegan a la capital y serán recibidas por los distintos barrios madrileños que las acompañarán en su itinerario final para confluir todos juntos en la Puerta del Sol el sábado a las 21:00. El programa en pdf se puede descargar aquí. A partir de las 19:00 horas del sábado están programados en la Puerta del Sol conciertos y actividades para amenizar la jornada.

Quienes vivan en Madrid y quieran colaborar en la reconstrucción de la acampada en la Puerta del Sol, pueden hacerlo hoy viernes 22 a las 20:00 horas. Es necesario habilitar un lugar de descanso para las personas que llevan tanto tiempo caminando. Su ejemplar compromiso merece la solidaridad de todo el Pueblo madrileño.

Para el domingo día 24 a las 18:30 hay convocada una gran manifestación desde Atocha a la Puerta del Sol. Queremos mostrarle a nuestra clase política que la protesta no ha cedido ni cederá. Nuestro compromiso permanece inquebrantable.

También El domingo 24, a partir de las 11:00 en el madrileño Parque del Retiro, junto al Palacio de Cristal, hay convocada una Asamblea Estatal para poner en común las estrategias cara al próximo otoño.

Las reuniones de las diferentes comisiones y grupos de trabajo se prolongarán hasta el lunes 25 con la celebración, en el mismo escenario, (junto al Palacio de Cristal, en el Retiro) del I Foro Social 15M donde se abrirán espacios de debate por temas y se seguirá trabajando en las distintas estrategias.


jueves, 21 de julio de 2011

El peligro de no saber leer las imágenes

La televisión ha servido para fijar la ideología dominante, pero ¿cómo podemos usar las imágenes que transmiten para mejorar nuestra formación?

Desde la infancia se aprende a decir sólo lo que es adecuado y a reprimir lo inadecuado, mientras se fomentan patrones de conducta completamente opuestos, que agudizan las desigualdades y refuerzan el orden establecido. De este modo, se potencia un discurso superficial que oculta de la vista los modelos de conducta reales que son los que determinan el actuar cotidiano. Se educa, pues, en una contradicción que es inconscientemente asumida por la mayoría: se forman ciudadanos que dicen lo correcto y hacen lo incorrecto, aceptado como natural e inevitable.

Uno de los ámbitos en que esto se refleja con más claridad es en la producción de entretenimiento que reciben los más jóvenes a través de las diferentes pantallas. Los programas, las series de televisión o el cine comercial cumplen una eficaz función educativa, repitiendo una y otra vez los mismos personajes y argumentos, con la imposición ideológica que implican: nos preparan para sentirnos cómodos, y por tanto inactivos, no sólo delante de las pantallas sino también en la realidad, injusta, que nos circunda.

Para lograrlo, hacen uso de estereotipos de personajes que mientras reproducen, fomentan y tipifican como normales modelos de conducta, actitudes y estructuras de relación retrogradas, sexistas y/o insolidarias, al mismo tiempo adoptan, superficialmente, características “políticamente correctas” que tienen como objetivo que asumamos con naturalidad realidades que no interesa que nos cuestionemos en ningún momento. Por ejemplo, impartiendo talleres de educación no sexista centrados en el análisis de series televisivas, es habitual ver cómo en sus comienzos las personas jóvenes –entre 15 y 18 años– defienden la igualdad entre hombres y mujeres como la norma en sus relaciones y en su vida cotidiana para, posteriormente, después de un análisis exhaustivo en grupo de sus personajes televisivos favoritos, enzarzarse en discusiones en las que, una y otra vez, vuelven –sin ser conscientes de ello– a ´estereotipos tradicionales de hombre y mujer, así como a defender modelos de conducta femeninos y masculinos reaccionarios y sexistas.

Más aún, si se escarba un poco más y un poco más profundamente, y se les da confianza, acaban manteniendo opiniones abiertamente agresivas tales como que “las mujeres son más trabajadoras e inteligentes que los hombres pero nosotros somos más fuertes” –oída repetidas veces a grupos de chicos entre diecisiete y dieciocho años-.

Los medios de comunicación están en estos momentos en manos de un sistema perverso que los utiliza no sólo para manipularnos a su antojo, creando opinión, sino también para moldear nuestras conductas a su capricho. Mientras tanto, seguimos manteniéndonos pasivos frente a las pantallas, pues no estamos capacitados para leer las imágenes de una manera crítica. ¿Qué hacer? Puesto que nos está vedado el acceso a los contenidos, es esencial que utilicemos las imágenes que nos hacen llegar a través de ellos, y no como hasta ahora en nuestra contra, en el proceso formativo, aprovechándolas como objeto de análisis que nos permita replantearnos la realidad. Es decir, el reto frente al que nos encontramos es ser capaces de ver programas, series de televisión y cine comercial como imágenes –reflejo– del sistema capitalista en el que vivimos y utilizar esa información para desmontar estereotipos y modelos de conducta establecidos, primero en las pantallas, y más adelante en la calle.

Cuando comencemos a sentirnos incómodos delante del televisor, inevitablemente, comenzaremos también a sentirnos incómodos frente a la realidad. Ver y hacer ver de manera crítica las imágenes que nos muestran los medios de comunicación es un primer paso hacia una visión crítica de la realidad que nos permita caminar hacia su verdadera transformación.

Dar la vuelta a los medios
Por ello, es vital que los medios sean objeto de educación. Educar desde la infancia en la imagen debe ser prioritario si queremos formar una ciudadanía crítica. Lógicamente, al sistema educativo capitalista no puede interesarle que desde la niñez se aprenda a leer y hacer imágenes. Puesto que los más jóvenes viven a través de las pantallas lo que conviene es que las asimilen sin saber desvelar su significado. Probablemente a esto se deba que continúe habiendo un vacío a la hora de enseñar a leer imágenes en la mayor parte de las escuelas. Incluso dentro de la universidad, algunos especialistas en el campo audiovisual niegan rotundamente la necesidad de aprender a leer imágenes, y así lo manifiestan en foros y jornadas.

Es prioritario ahora mismo, dar a conocer a los más jóvenes el proceso de creación audiovisual en profundidad. Sólo entiendes la manipulación de las imágenes al hacerlas. Las imágenes transmiten ideas y modelos, pero para descubrir esas ideas, desmontar esos modelos y ver ambas cosas con distancia crítica, hay que zambullirse en el medio audiovisual y no sólo para analizar las imágenes de otros sino también para crear las tuyas propias.

Sería un buen principio, si se quiere educar de verdad y en profundidad, lograr que las personas seamos capaces desde la infancia de pensar lo que vemos en las pantallas y, como resultado, también la realidad, de replantearnos ambas cosas de forma crítica y actuar en consecuencia, es decir, lograr que “lo políticamente correcto” deje de ser un mero parche que oculta la injusticia y las desigualdades reales para convertirse en un primer paso hacia un cambio de verdad.

EL LENGUAJE Y ‘LO CORRECTO’

A partir de los años ‘80 se promovió en Europa y EE UU un discurso que buscaba modificar las conductas de las nuevas generaciones –rompiendo con ideas preconcebidas y prejuicios y favoreciendo la igualdad– que incidía muy especialmente en el uso del lenguaje. Se suponía que el lenguaje no sólo era reflejo de la realidad sino que a su vez la determinaba.

Cambiar la terminología parecía ser un paso para transformar la realidad. El resultado es lo que se ha dado en llamar, de manera más o menos peyorativa, “lo políticamente correcto”, una serie de pequeños cambios lingüísticos y no lingüísticos, meramente superficiales, que no llegan a afectar a la estructura económica y social posibilitando un verdadero cambio. Fácilmente asumible por el sistema, “lo políticamente correcto” es hoy uno de los estandartes del capitalismo y tiene un papel protagónico en el campo de la educación.

Articula un discurso que permite tanto dar una imagen irreprochable del sistema, encubriendo injusticias y desigualdades, como desactivar cualquier conato de transformación real. Lo que no se nombra no existe.

Isabel Alba

miércoles, 20 de julio de 2011

El Movimiento 15 M, un aprendizaje muy democrático.










El Movimiento 15 M, un aprendizaje muy democrático.

CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº 414 MONOGRÁFICO

http://www.cuadernosdepedagogia.com/ver_pdf.asp?idArt=14780

Puerta del Sol, plaza del Ayuntamiento de València y plaza Catalunya, Barcelona, son los tres escenarios elegidos para dar la voz a los indignados.
Tres espacios en los que se habla de educación y de empoderamiento,
Se piensa, se discute y se aprende a todas horas. Son auténticas ágoras, una experiencia liberadora en la que las personas son importantes.

Hipotecados, desahuciados y precarizados

Terminó el festín inmobiliario y llegó la resaca. No queda rastro de la época –entre 2003 y 2005, el periodo central de la burbuja- en que el estado español construía más viviendas que Reino Unido, Francia y Alemania juntos. La banca y las grandes constructoras alimentaron un modelo, con la ayuda de los gobiernos de todo signo y administración, que al reventar a finales de 2008 ha dejado tasas de paro superiores al 20% y medio millón de hogares que según Cáritas han agotado todos los sistemas de ayuda.

Un paradigma fundamentado en el consumo a crédito y que aspira a convertir al ciudadano en propietario de una vivienda, por encima de otras fórmulas como el alquiler, contiene en potencia una dramática secuela: los desahucios. Y es lo que ha ocurrido al pinchar la burbuja inmobiliaria. Desde 2007 al primer trimestre de 2011 se han iniciado unas 300.000 ejecuciones hipotecarias en el estado español, según los datos del Consejo General del Poder Judicial. O lo que es lo mismo, cerca de un millón de personas han perdido la vivienda al no poder afrontar el pago de la hipoteca. En el primer trimestre de 2011 se han producido 15.600 desahucios, el triple que en el mismo periodo que el año anterior (una media de 175 desahucios diarios).

Las cifras en frío no debieran esconder el drama humano que subyace a cada caso. Para hacer frente a esta “vulneración de los derechos fundamentales” y apoyar “a las familias que se quedan en la calle o se les condena a una deuda perpetua”, nació hace dos años en Barcelona la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), una organización que –al calor de la recesión y los embargos- crece exponencialmente (a fecha de hoy trabajan 25 plataformas en todo el estado). Además, sindicatos, partidos de izquierda, más de 100 ayuntamientos, Parlamentos autonómicos, organizaciones vecinales y de consumidores, colectivos de jueces y colegios de abogados, ONG, el movimiento 15-M y Democracia Real-Ya han defendido públicamente los postulados de la plataforma.

¿Cuáles son estos planteamientos? El más inmediato y consabido, la dación en pago; esto significa la cancelación de la deuda hipotecaria, dada la imposibilidad de asumirla, con la entrega de la vivienda al banco; No es ninguna novedad pues ya se aplica en algunos países de la Unión Europea y Estados Unidos. La propuesta tiene un matiz: se aplicaría sólo en los casos de residencia habitual y deudores de buena fe. “Se trata de un objetivo de mínimos que con el tiempo se ha convertido en un clamor popular”, afirma Rosana Montalbán, portavoz de la PAH en Valencia. En los casos de las personas ya desahuciadas se debiera, según esta organización, poner en práctica la dación en pago con carácter retroactivo.

Pero una idea tan elemental como la dación en pago se ha topado con la oposición radical de la banca, que incluso ha filtrado informes interesados sobre la supuesta hecatombe que implicaría esta medida. ¿Tiene fundamento este alarmismo? Estudios de la Plataforma señalan que si se aplicara la dación en pago, el sistema financiero tendría que asumir pérdidas que oscilan entre los 12.000 y los 15.000 millones de euros, cuando los beneficios de los cinco grandes de la banca española en 2010 rondan esta última cifra. Por tanto, “el problema no es lo que pierden, sino lo que dejan de ganar adjudicándose unas viviendas a precios de saldo, en lo que constituye un claro ejemplo de acumulación por desposesión”, explica Montalbán.

Además, hay argumentos más que sobrados para achacar a los bancos gran parte de la responsabilidad en la actual crisis, pues tasaron las viviendas por valores claramente inflados, concedieron muchas veces las hipotecas por un importe superior en un 80% al valor de tasación, a plazos que podían alcanzar los 50 años, y, para rematar, aplicaron cláusulas abusivas. La portavoz de la plataforma de afectados se lamenta de la impunidad de las entidades financieras: “Parece que estamos obligados a sufragar la negligencia e irresponsabilidad de una banca que además de generar la crisis, expulsa de sus viviendas a centenares de miles de familias”.

Otros interrogantes quedan por despejar en la actuación de la banca. ¿Por qué se ejecutan las hipotecas de familias con pocos recursos y no a las empresas del ladrillo? Más aún cuando constructoras y promotoras concentran el 73% del crédito moroso de los bancos (80.000 millones de euros), mientras que el de las familias no pasa del 27% (30.000 millones). Y, según la PAH, el valor de los activos recogidos en el balance de los bancos como garantía de los préstamos suma 48.000 millones de euros en el caso de las grandes constructoras, el doble que los de las familias. Argumentos y alternativas no faltan pero la banca se ceba con los más vulnerables.

El otro bastión contra la dación en pago lo configuran los partidos políticos mayoritarios –PSOE y PP- que, con el apoyo de CIU, han bloqueado de manera sistemática en el Congreso su aprobación. “Por si hubiera pocas pruebas –explica Yolanda Prats, otra de las portavoces de la Plataforma- este rechazo ahonda en la crisis de representatividad de la que adolece la democracia española”. El gobierno de Zapatero, más débil que nunca y en pleno frenesí desregulatorio, sólo se ha atrevido a arbitrar dos medidas que Prats califica de “insuficientes” y “cobardes”: ascender el límite inembargable de 641 a 961 euros y aumentar del 50 al 60% el porcentaje por el que el banco puede adquirir la vivienda embargada que no sale a subasta.

Si la dación en pago es la idea que suscitado la mayor parte de los debates y la atención mediática, ciertamente no es la única. La Plataforma de Afectados por las Hipotecas exige asimismo una moratoria inmediata de los desahucios por motivos económicos; el alquiler de las viviendas embargadas a las familias por una renta nunca superior al 30% de los ingresos de la unidad familiar; la expropiación por parte del estado de las viviendas ejecutadas con el fin de realojar a las familias; y la creación de un parque público de viviendas de alquiler social. Además, se plantea una Auditoría social que aclare dónde han ido a parar los beneficios que se generaron durante el boom inmobiliario.

Hasta aquí la parte propositiva. La otra vía, práctica y sobre el terreno, consiste en poner freno a los desahucios con métodos de desobediencia cívica en la misma puerta de los domicilios. De esta manera se han impedido unos 65 desalojos de personas o familias, casi siempre con muy pocos recursos, desbordadas por las obligaciones de la hipoteca. El Movimiento del 15-M y la PAH lograron paralizar el pasado mes de junio en su casa de Parla el desalojo de Luis, un pensionista de 74 años que vivía solo, sin familiares en España y con un grado de minusvalía del 65% que le dejo discapacitado hace dos años para continuar trabajando. Luis acumuló una deuda de 250.000 euros con el banco y llevaba dos años sin poder afrontar el pago de la hipoteca.

También fue sonado el caso de Luis Martí, vecino de La Bisbal del Penedés (Tarragona), al que se forzó a abandonar la casa en la que residía con su hijo al no poder abonar una deuda de 48.000 euros con el banco, y no conseguir una refinanciación. Tenía previsto irse a vivir a una caravana, cuando una veintena de vecinos logró la moratoria del desalojo. Pero la crisis y la voracidad bancaria no dan tregua y las amenazas surgen por doquier. Por ejemplo, sobre Fernando (en paro desde hace año y medio) y Elizabeth, dos colombianos residentes en el barrio marinero de El Cabanyal (Valencia), con 4 hijos menores, y cuya vivienda se subastará en septiembre. La sucursal del BBVA en la que firmaron la hipoteca se ha negado ya en dos ocasiones a concederle la dación en pago.

Y suma y sigue. En un país donde la Constitución reconoce, en su artículo 47, el Derecho a la Vivienda y existen, según el Ministerio de Fomento, unas 700.000 viviendas nuevas sin vender, este bien de primera necesidad se ha convertido en un lujo. Conquistar el sentido común es la primera de la batallas.

Enric Llopis
Rebelión

martes, 19 de julio de 2011

MARCHAS POPULARES INDIGNADAS. LLEGADA A MADRID 23-24 JULIO

MARCHAS POPULARES INDIGNADAS.
LLEGADA A MADRID 23-24 J

http://marchapopularindignada.wordpress.com/2011/07/19/llegamos-a-madrid-el-23-gran-manifestacion-el-24/#more-726
http://www.facebook.com/spanishrevolutiontunis /
http://www.facebook.com/home.php?sk=group_215745248447369&ap=1

Web: http://spanishrevolutiontunis.wordpress.com
Twitter: http://twitter.com/tunis15m


Programa de acogida

Desde el pasado mes de junio, un grupo de personas de todas las edades comenzaron un camino de dignidad y transformación social. Salieron desde diferentes puntos de la peninsula para confluir el 23 de julio en Madrid en una gran concentración que continuará con diferentes manifestaciones, acciones, conferencias y debates durante todo el fin de semana y el lunes 25 y martes 26.

Las Marchas realizan y comparten asambleas en cada pueblo y en cada barrio por el que discurre. Estas, constituidas como encuentros para el intercambio de ideas y palabras, recogerán las inquietudes, las reivindicaciones, las experiencias y las luchas de todos los pueblos, pues viven unas realidades sensiblemente diferentes a las de las grandes ciudades. Las nuevas conexiones que se establecen con los pueblos y las nuevas vias de trabajo extraidas de una España interior y rural tradicionalmente olvidadas, hacen que este movimiento escuche y luche por todas las personas y se expanda y reproduzca más allá de sus propios horizontes como alternativa real y necesaria a un sistema que antepone el capital a las personas.

Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores precarios, a todos los afectados por este retroceso impune de los derechos sociales básicos, a todos los que han perdido sus casas, sus empleos y su dignidad, a todos los que han luchado o están luchando por un futuro más digno desde un presente más nuestro, en definitiva, a todos los que reclamamos que nuestra voz sea escuchada y tenida en cuenta.

A continuación exponemos el programa oficial de acogida a las marchas en su llegada a Madrid.

Esta información está incompleta e iremos actualizando conforme se vayan consensuando más detalles. Es complejo organizar tantas actividades de manera horizontal y descentralizada, pero vamos lento porque vamos lejos.

Sábado 23 de julio

Las marchas indignadas llegarán a Madrid a lo largo del día 23 en 5 (o 6) columnas y serán recibidas por los barrios:

  • Quienes vienen del Norte, en el parque del Norte (detrás del Hospital La Paz).
  • Quienes vienen del Noreste, en el Parque de San Blas.
  • Quienes vienen del Este, en Vallecas.
  • Quienes vienen del Sur, en Parquesur.
  • Quienes vienen del Noroeste, en el Parque del Oeste.

Las asambleas de barrio se están organizando para recibir a las personas que vienen andando y atenderles durante todo el día. Por la tarde, estas columnas partirán de cada barrio a la hora necesaria para llegar todas a la vez a la Puerta del Sol a las 21h. Se está preparando una bienvenida en Sol de la que se encargan las comisiones de Acampada Sol.

Desde Madrid hemos propuesto distintos lugares que se pueden habilitar para dormir y son las personas que vienen en marcha quienes están decidiendo dónde hacerlo.

Domingo 24 de julio

  • 18.30 Gran manifestación. El recorrido y lema está pendiente de consensuar con todas las marchas.
  • Encuentro con todas las rutas: puesta en común de las aventuras vividas.

Lunes 25 de julio y 26 de Julio: I FORO SOCIAL DEL 15M

Se está organizando un programa de actividades de debate e intercambio de ideas. El objetivo es consensuar entre todas las personas que vienen a Madrid estos días los objetivos y acciones de las acampadas y el movimiento 15M para el próximo otoño en un foro social que permita profundizar y abrir las nuevas vías de trabajo cara al futuro del movimiento.

Marcha Popular Indignada

¿Cómo participar en la recepción?

Muchas personas llevamos trabajando en la bienvenida en Madrid desde que las marchas comenzaron a andar. Estos son los espacios desde los que se está abordando:

  • La coordinación la lleva el grupo de trabajo de la Marcha Popular Indignada en Madrid, contacto mad.mpi@gmail.com.
  • Las asambleas de barrios están preparando la recepción a las 5 columnas. Los enlaces a los blogs y contactos de las asambleas locales están en http://madrid.tomalosbarrios.net/.
  • También participan muchas de las comisiones de Acampada Sol: Acción, Infraestructura, Legal, Difusión en Red, Audiovisual, Lengua de Signos, etc. En http://madrid.tomalaplaza.net/ se cuelga las convocatorias de sus asambleas y más información.
  • Desde Acción se convoca una campaña de gráfica, más info aquí.
  • Los grupos de trabajo de Madrid están organizando encuentros para reunirse con personas que trabajen los mismos temas en otras ciudades. Los de Acampada Sol también publican en el blog anterior.

¿Cómo seguir a la marcha indignada?

Todas las fuentes de información vinculadas a la organización asamblearia están enlazadas aquí: http://tomalaplaza.net/2011/06/30/mapa-marcha-indignada/

lunes, 18 de julio de 2011

“Final de ciclo”… ¿Principio de qué?

Hoy publica “El País” un Editorial “especial”, diciendo que se ha llegado al “final de ciclo” y que deben realizarse elecciones anticipadas sin dilación. Incluso noviembre les parece tarde. ¿A qué vienen tantas prisas? ¿Cómo se justifica la oportunidad nacional e internacional de tanto apremio? Con la que está cayendo en Estados Unidos y en Europa en términos económicos, con el acoso de los mercados a la acción política, con el desprestigio de los poderes mediáticos, con la total incapacidad de grupos plutocráticos (G-8 o G-20) en la gobernación mundial, con problemas tan graves como Libia, Siria,…

Pero, sobre todo, ¿qué previsiones hay en España al “final de ciclo”? ¿Lo mismo que en Portugal, que en el Reino Unido, que en Grecia, que en Italia… es decir, mayores recortes, más privatizaciones, obediencia total al “gran dominio” (militar, económico, energético, mediático…)? ¿Cuál es la alternativa en España? ¿Existen, de verdad, programas de soluciones posibles? Porque las “pruebas” de los gobiernos en varias Comunidades Autónomas son -por su excesivo gasto, corrupción, etc.- poco edificantes.

Creo, sinceramente, que ha llegado el momento de, con toda seriedad, alejados de las prisas y desinformaciones de tantos medios de comunicación partidistas, con responsabilidad de Estado, representando a los ciudadanos españoles que son también ciudadanos del mundo, urgidos por reponer los principios democráticos donde los globalizadores situaron pautas mercantiles, se sienten y analicen conjuntamente los grandes retos, olvidando por un momento diferencias y ambiciones, como cuando se trata de un paciente que requiere cuidados intensivos, y decidan qué puede hacerse realmente a escala local, nacional, europea y global.

Que consideren, con la objetividad que requiere el caso, de qué manera puede España contribuir a resolver los colosales problemas -alimenticios, sociales, medioambientales…- que representan el “final de ciclo” de un sistema que ha intentado -¡con cuántos “efectos colaterales” nocivos!- llevar las riendas del destino común. Y ahora -como sucedió en 1989 con el régimen soviético -se derrumba con estrépito sin que se hayan concordado, con la seriedad que exigen las generaciones venideras, las fórmulas aplicables para la construcción de un mañana a la altura de la dignidad de todos los seres humanos.

No es bueno, no es bueno ni conveniente, en momentos de grandes decisiones, de lucidez y enfoques colectivos, que “espinas” individuales enturbien la mirada hacia el futuro.

“Final de ciclo” global… ¿Y luego?

“Final de ciclo” local… ¿Principio de qué?

Más mercado y menos Estado, el “ciclo vicioso”…

Los “globalizadores” no sólo pretendían alcanzar una situación dominante sino hegemónica: los mercados, perfectamente acompañados por la gregarización de las masas mediante un colosal poder mediático, fueron debilitando progresivamente la capacidad de decisión política. Los Estados no sólo transfirieron cuantiosos recursos de toda índole a los grandes consorcios supranacionales sino que, con el apoyo y apremio de las “burbujas” y la deslocalización productiva, cedieron también, a escala nacional y mundial, responsabilidades propias de las instituciones democráticas.

Grupos de 6, 7, 8 ó 20 países ricos suplantaron las funciones de autoridad planetaria que sólo unas Naciones Unidas respaldadas por la totalidad de los países podían y debían asumir.

Y así, en una deriva y desgobierno total, con una economía completamente desregulada, unas instituciones financieras irresponsables (hedge funds) y los paraísos fiscales colmados, se llega a la quiebra sistémica de 2008.

Europa –ya elegido el Presidente Obama- va a pedir socorro en noviembre al Presidente Bush, en lugar de desempeñar, por fin, una gobernación autónoma. Y, más de lo mismo –“mercado libre, comercio libre, economía libre”, dijo Bush en aquella ocasión- se procedió al “rescate” de las instituciones financieras responsables, en buena parte, de la gravísima situación.

Los “rescatadores” empobrecidos… no tardaron en ser sometidos al acoso de los “rescatados”, desagradecidos, que han instalado después mecanismos de “ajuste” nacional, regional y global. Un auténtico “ciclo vicioso”, ya que se recorta el gasto y se privatiza –cada vez menos Estado- de tal modo que las previsiones de empleo y normalización laboral y económica decrecen, con lo que las agencias de calificación, al servicio del “gran dominio” (militar, energético, mediático…) advierten que las previsiones son (lógicamente) negativas… Y vuelta a empezar: más ajustes, más privatización, más recortes…

Hay que romper sin contemplaciones este ciclo vicioso. Es urgente un liderazgo que confiera de nuevo al Estado la capacidad de acción y la potencia económica que le permita, iniciar urgentemente la “nueva era” que el mundo reclama tan justamente. Si no lo hacen los gobiernos democráticos, pronto lo hará la gente, que ya dispone de medios de movilización masiva.

Los tiempos de la manipulación, del chantaje y del miedo han terminado. Sería conveniente y oportuno que los últimos obcecados representantes del sistema que se desmorona pensaran en el Muro de Berlín y los mercados dieran pacíficamente paso a los Estados y a los valores que nunca debieron sustituirse por los precios.

Federico Mayor Zaragoza. Comité de apoyo de Attac España