En los países más afectados por la crisis el aumento de los
desahucios está siendo acompañado por un incremento de la lucha por el
derecho a la vivienda.
La paradoja de un sistema en el que las
entidades financieras responsables de la crisis son rescatadas mientras
millones de personas son expulsadas de sus hogares por esas mismas
entidades, y su deriva en un drama al que los Estados no hacen frente,
ha hecho brotar en diversos países movimientos que luchan desde abajo
por el derecho a la vivienda.
ESTADOS UNIDOS. Desde 2008
se han producido cinco millones de desahucios en el país. Para responder
a esta situación de emergencia social, el pasado 6 de diciembre, en el
marco del movimiento Occupy Wall Street, se convocaba un día de acción
nacional para reivindicar el derecho a la vivienda. Así nacía Occupy Our Homes (Ocupar nuestras casas), que en poco más de un mes ha actuado en más de cien ciudades y ocupado más de 40 casas.
Las
acciones se centran en “ocupar viviendas de personas que van a ser
desahuciadas, la reocupación por parte de familias de las casas que les
han robado los bancos, la liberación de casas vacías de las entidades
financieras para familias que las necesitan, impedir las ejecuciones
hipotecarias y protestar en los bancos”, según explica a DIAGONAL Matt
Browner-Hamlin, uno de los organizadores de Occupy Our Homes. Este
activista, que califica el movimiento como “fuerte y creciente”, explica que los problemas con las autoridades han sido pocos y “hemos sido muy efectivos a la hora de retrasar desahucios y forzar a los bancos a negociar
con los ocupantes de las casas, y en algunos casos hemos logrado
modificaciones en los contratos que permiten a los ocupantes permanecer
en sus casas”.
IRLANDA. El movimiento Occupy ha decidido lanzarse a la ocupación de propiedades pertenecientes a la Agencia Nacional de Gestión de Activos
(NAMA, por sus siglas en inglés), el ‘banco malo’ creado por el
Gobierno en 2010 para salvar a los bancos irlandeses mediante la compra
con dinero público de sus activos tóxicos. A través de lo que ya se
conoce como el movimiento Occupy NAMA, los activistas están
identificando y ocupando edificios vacíos de esta entidad en protesta por el rescate a los bancos, la especulación y la falta de vivienda social en un país con 400.000 casas vacías.
La
última, en la ciudad de Cork, donde los activistas han “liberado para
el público” un edificio ligado a esta entidad. Asimismo, el 16 de enero
los activistas del movimiento Occupy tomaron la sede vacía del Banco de
Irlanda –uno de los rescatados en 2008– en Belfast (Irlanda del Norte)
para denunciar “la creciente falta de vivienda, la carencia de viviendas
sociales asequibles y los embargos”.
ITALIA. Aunque existe la dación en pago, unas 260.000 familias han sido desahuciadas en los últimos diez años, con más de 56.000 expulsiones en 2010,
una situación que se agrava con la crisis, los recortes sociales y el
aumento del paro. Para luchar contra los desahucios, se organizan desde
hace años Comités Populares de Lucha por la Casa, y recientemente
nacía la plataforma Stop Sfratti (Stop Desahucios) en Milán. En
diciembre, el Gobierno aprobaba una moratoria de ciertos desahucios
durante 2012, pero, según los Sindicatos de Inquilinos, el decreto “no
encara el drama social de miles de familias con un desahucio por
morosidad”.
En diciembre, un edificio vacío era ocupado en Turín
por 15 familias. Y ese mismo mes, un grupo de personas tomaba la sede
del ente público de vivienda Aler en Bergamo porque “echa a las familias
a la calle”. Acciones del mismo tipo se multiplican en el país, y en Roma son ya 70 los edificios ocupados por cientos de familias sin hogar.
GRECIA.
En un país hundido por la crisis y el ‘rescate’, en el que la deuda
hipotecaria asciende a 80.000 millones de euros, el Gobierno de
Papandreu decretó una congelación de las ejecuciones hipotecarias que
afectan a personas con deudas de hasta 200.000 euros hasta el 31 de
diciembre pasado. “Ahora estamos esperando la decisión del Gobierno de ‘unidad nacional’ dirigido por el banquero Papadimos”,
nos explica el periodista y activista Giorgos Mitralias. De momento, el
Gobierno sólo se ha comprometido a no desahuciar en 2012 a parados con
deudas con el Organismo de Vivienda para Trabajadores. Mitralias explica
que, “de acuerdo a informaciones independientes, las familias amenazadas por un eventual desahucio son 80.000 para empezar.
Las expulsiones podrían comenzar en cualquier momento”. En septiembre,
miembros del movimiento Yo No Pago invadieron un juzgado en Atenas y
lograron la suspensión de una subasta de viviendas confiscadas por los
bancos.
Gladys Martínez López
Diagonal
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