martes, 13 de diciembre de 2011

¡Cuidado con los árboles!

Un artículo reciente del conservador diario digital Hispanidad.com (1), reproducido después en innumerables páginas web, alertaba de una ruptura en el frente común "occidental". EE.UU. habría escogido a China como nuevo compañero de viaje, dejando (dejándonos) a sus antiguos socios europeos más tirados que una colilla. Peor aún, brokers chinos y usamericanos serían, según el autor del mencionado artículo, los responsables de los ataques especulativos contra las deudas públicas europeas. Su objetivo no sería otro que quedarse con toda la riqueza europea, pública y privada, a precio de saldo.

Por otro lado prácticamente ya nadie duda, con la notable excepción de la élite alemana,  que la delicada situación económica de la Unión Europea tiene entre sus causas principales un diseño institucional más que defectuoso, lamentable. La construcción de una unión monetaria sin armonización fiscal, sin integración cooperativa de economías interconectadas pero con características (y llegado el punto, también intereses y necesidades) distintas y un banco central que tiene prohibido actual como tal, de modo que puede prestar dinero a entidades financieras a precios bajos, pero no a los estados miembros de la unión política a la que se supone sirve. Ni siquiera los arquitectos de esta UE lo niegan ya (2). 

Y así, el nerviosismo se extiende por toda Europa. Pese a que los líderes políticos sigan empeñados en mostrarse sumisos a los dictados germanos de austeridad, la ola de críticas a la posición alemana se va haciendo sentir cada vez más. Da la sensación de que durante un tiempo las élites económicas, políticas y mediáticas de los distintos estados europeos vieron con buenos ojos las exigencias de recortes y contención del gasto público recetados desde Alemania. Era una justificación estupenda para dar una vuelta de tuerca más a la privatización de los bienes públicos y la eliminación de los derechos sociales. Pero ahora, según el riesgo de apocalipsis se hace más presente, los círculos financieros comienzan a preguntarse si no será que no está tensando la cuerda Alemania, sino que está tan ciega ante la extrema gravedad de la situación que no se da cuenta de que hace tiempo que la cuerda se ha roto (3). 

Otros autores discrepan de este diagnóstico sobre la cerrazón alemana, sin que sus análisis resulten mucho más halagüeños. Manuel Castells apuesta directamente al viejo proyecto germano de dominio europeo, en el que la silenciosa invasión de las inversiones habría conseguido lo que los panzers no lograsen en su día (4). Más mesurado, Rafael Poch cree que el establishment alemán lleva tanto tiempo contando el simplón cuento de la Alemania virtuosa frente a los gastones europeos del Sur, que volverse atrás ahora y explicar a su pueblo que la cosa no era tan sencilla supone un coste político inasumible, aunque en el proceso la UE se vaya al infierno (5).

Y con este escenario de fondo, los debates entre partidarios y detractores de la permanencia en el euro se recrudecen. Mientras tanto, el capital sigue a lo suyo y las noticias sobre fugas de capitales y empresas que se preparan para la caída más o menos inminente del euro se multiplican (6). Incluso se rumoreó que el Foreign Office (el Ministerio de Exteriores Británico) envió una carta a sus embajadas del Continente alertándoles de posibles disturbios ante el más que probable final de la Divisa Unificada de Europa (7). Qué casualidad que este tipo de informaciones provengan mayoritariamente del Reino Unido, patria de la City londinense, nido privilegiado de especuladores financieros.

Y de fondo, tambores de guerra entre Israel, Siria, Irán, EE.UU., y hasta China y Rusia.

Euro sí o euro no. Más Europa o vuelta a la soberanía estatal. Recomposición de la geopolítica mundial. No sé ustedes, pero yo de momento sólo saco claras dos cosas. Primera, que vivimos tiempos extraordinariamente confusos. Otra, más importante, si tanta incertidumbre no estará haciendo que perdamos la perspectiva sobre lo verdaderamente importante. A mí todo esto me está empezando a apestar a Doctrina del Shock, por usar la feliz expresión de Naomi Klein (8). Aprovechar el desconcierto provocado por situaciones catastróficas para profundizar en las impopulares contrarreformas neoliberales sin demasiada oposición. O para simplificar, a río revuelto, ganancia de pescadores.

A ver, no me entiendan mal. En un momento tan delicado como el que vivimos, conviene que los movimientos populares estemos tan informados y tengamos la cabeza tan fría como sea posible. Hay que posicionarse en todo y tratar de tomar los cursos de acción más apropiados. Pero no es menos cierto que a veces un exceso de información conduce más bien a la desinformación. Europeos contra estadounidenses y chinos, europeos del norte contra europeos del sur, alemanes contra los demás europeos, británicos contra europeos continentales (tras la última cumbre europea), o nuestra versión doméstica de catalanes y vascos contra andaluces y extremeños… Ay, ay, ay, ¿no estarán embarcándonos en alguna aventura pseudonacionalista?, ¿no estarán pretendiendo que guardemos en casa los antagonismos de clase para apretar filas detrás de nuestros patrones patrios?, ¿no nos irán a pedir ahora que defendamos nuestra economía o incluso nuestra moneda de malvados atacantes extranjeros? 

Porque con euro o sin euro, con banco central o sin él, con soberanía nacional o sin ella, aquí lo único cierto es que en todos lados y con diferentes excusas, en la UE, los EE.UU., Australia, Israel, Canadá y el Reino Unido, hay una ofensiva generalizada contra los derechos sociales y el Estado del Bienestar. Por eso el cuerpo me pide lo que los anglosajones llaman un back to basics. Aquí y ahora, en última instancia estamos asistiendo a un episodio especialmente cruento de lucha de clases a nivel mundial. Hay una élite global tratando de que la mayoría de la población del planeta paguemos con nuestro trabajo, nuestras rentas, nuestros derechos y nuestro patrimonio común la gigantesca burbuja financiera que ellos mismos han creado. Y eso no podemos, ni debemos tolerarlo. A partir de aquí, debatimos del euro, la construcción europea, la guerra de divisas, la geopolítica y de lo que quieran, pero sin olvidar este hecho elemental. Si no, me temo que antes o después acabaremos aceptando con resignación o alegría el que haya que apretarse el cinturón.

Cuidado con los árboles, que a veces no dejan ver el bosque.

(1): Eulogio López, "Se rompe occidente. China y EE.UU. contra Europa", martes 15 de noviembre de 2011, http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=146577

(2): Como por ejemplo el mismísimo Jaques Delors: http://www.bbc.co.uk/news/mobile/world-europe-16016131

(3): Ver por ejemplo esta entrada del blog del redactor de Cinco Días Nuño Rodrigo, "Cuando Merkel despertó, todo era periferia", 24 de noviembre de 2011, http://blogs.cincodias.com/lealtad/2011/11/cuando-merkel-despert%C3%B3-todo-era-periferia.html

(4): Manuel Castells, "Deutschland über alles", La Vanguardia, 3 de diciembre de 2011, http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20111203/54239653642/manuel-castells-deutschland-uber-alles.html

(5): Rafael Poch, "Por qué Alemania se empecina", Diario de Berlín-Blogs La Vanguardia, 30 de noviembre de 2011, http://blogs.lavanguardia.com/berlin/por-que-alemania-se-empecina/

(6): Un par de botones de muestra: "Las empresas preparan planes de emergencia para la ruptura del euro", El País, 30 de noviembre de 2011, http://www.elpais.com/solotexto/articulo.html?xref=20111130elpepueco_3&type=Tes&anchor=elpepueco; "Los ricos sacan sus activos de Europa por miedo al euro", Yahoo Noticias, 5 de diciembre de 2011, http://es.noticias.yahoo.com/ricos-sacan-activos-europa-miedo-euro-145206272.html

(7): "Reino Unido advierte a sus embajadas en la eurozona que se preparen para una caída del euro", 20 Minutos, 29 de noviembre de 2011, http://www.20minutos.es/noticia/1236048/0/reino-unido/planes/destruccion-euro/

(8): Naomi Klein (2007), La Doctrina del Shock: El Auge del Capitalismo del Desastre. Barcelona, Paidós. Un resumen del libro se puede encontrar en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/La_doctrina_del_shock

José Antonio Cerrillo . ATTAC Sevilla

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