Lo
que comenzó con manifestaciones de indignación en las calles de las
ciudades españolas ha alcanzado a asociaciones de Magistrados, de
Abogados, de Fiscales y de Secretarios judiciales. Hasta de
Ayuntamientos que han retirado sus fondos de los bancos responsables de
desahucios a miles de familias vulnerables. Aparte de más de 300.000
ejecuciones y “lanzamientos” de locales y espacios de trabajo.
Muchos
se mofaron y nos llamaron “perro-flautas” a quienes participábamos en
manifestaciones contra la corrupción. Por la política de un gobierno que
traicionó el compromiso de su programa electoral convirtiendo su
legitimidad de origen en ilegitimidad de ejercicio.
Como
profesor de universidad, jurista, periodista en ejercicio y fundador de
una de las ONG más importantes desde la Universidad complutense de
Madrid, y en otras universidades de España, me he sentido agredido e
interpelado por unos políticos al servicio de la banca y de los llamados
“mercados” que imponían la descomposición del Estado de Bienestar
social y hasta del Estado de derecho.
¿Cómo
si no interpretar los cinco millones de personas sin empleo en una
población de 40 millones? ¿Cómo no reaccionar ante el ataque a la
educación, desde primaria hasta la investigación en universidades y
centros de prestigio internacional que ven sus fondos saqueados? ¿Cómo,
habiendo alcanzado el cuarto pilar del Estado de Bienestar con la Ley de
Ayuda a personas dependientes, comprobamos los recortes en sanidad y la
privatización de los mejores hospitales? En un país con enorme
prestigio en la formación y el ejercicio de sus médicos, enfermeras,
ayudantes sanitarios y en la atención médica a todos los residentes en
territorio español.*_ _*
Se
incrementan los suicidios ante la angustia de no poder garantizar el
sustento a sus familias, estudios, medicamentos y la gratuidad en la
defensa jurídica.
La
insaciable codicia de los /banksters/ ha llevado a la ruina a millones
de personas que habían confiado sus ahorros a Cajas y a bancos que se
enriquecieron durante la burbuja inmobiliaria.
Han
impuesto a un gobierno de derribo la ayuda con fondos de la Unión
Europea de 40.000 millones de euros para “sanear” lo que llaman “bancos
malos” en donde han concentrado los desechos de sus sentinas.
Nuestros
bancos tienen un historial de blanqueo de dinero procedente del crimen
organizado, de la droga y de evasiones de impuestos. Con razón se habla
de /banksters/ al referirnos a responsables de envío de ingentes
cantidades a paraísos fiscales.
Los
ciudadanos hemos dicho /basta/ lanzándonos a las calles en
manifestaciones multitudinarias de profesores de colegios y de
universidades, de personal sanitario, de familias despojadas de sus
viviendas sin aceptar la dación en pago ni admitir alquileres sociales.
¿Quiénes
tildaron de demagógicos a millones de personas que utilizamos las redes
de Internet para denunciar con datos que causan vergüenza y legítima
ira en la sociedad de la información y de derechos humanos, políticos y
sociales para todos?
Un
país con la tradición, cultura e historia de España ha visto con
bochorno a su Jefe de Estado pidiendo perdón por sus devaneos amorosos y
cinegéticos, y a un yerno llevado ante los tribunales por delitos que
encienden los ánimos de los ciudadanos.
Se
han reído, desde 2008, cuando ya la crisis económica era una realidad,
hasta que la brutalidad de un gobierno entregado a opacas fuerzas ajenas
a nuestra comunidad social y política ejecutó el desastre. La
ciudadanía ha dicho no y nos hemos alzado: indignados, primero;
rebeldes, después y dispuestos a exigir el respeto a nuestros derechos
por los medios que sean necesarios. Pues nadie está obligado a obedecer
leyes injustas, por muy legales que parezcan.
También
eran “legales” el /apartheid/ de Sudáfrica, la discriminación de
indígenas y por el color de su piel, de mujeres en países despóticos y
tiránicos pero ricos en hidrocarburos. Eran “legales” los campos de
exterminio en la Alemania nazi, los gulags en la URSS, la revolución
cultural en China, las castas en India, la apropiación de las mejores
tierras arrancadas a los indígenas en Latinoamérica, África y Asia.
¿Acaso
no eran “legales” las inhumanas colonizaciones de inmensos territorios
en África, América y Oriente, y los gobiernos títeres con gobernantes
corruptos que mantuvieron el saqueo de sus riquezas, y la explotación de
sus gentes?
Ante
los nuevos tiranos, hoy mercados y poderes financieros, no sólo es
lícita la resistencia sino que se convierte en deber cuando aplastan a
las gentes.
En
España, y pronto en otros países oprimidos por sistemas financieros que
atentan contra el derecho a la vida, a la libertad y a los legítimos
derechos a la búsqueda de la felicidad. De sabernos responsables y
ciudadanos de la única patria que existe: en donde podamos vivir con
dignidad.
- José Carlos García Fajardo es Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Director del Centro de Colaboraciones Solidarias <http://ccs.org.es/> (CCS)
Twitter: @CCS_Solidarios
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