sábado, 2 de febrero de 2008

Socialismo del S.XXI y movimientos sociales

Carlos Martínez García
En Sin Permiso, se ha publicado una interesantísima entrevista con Ignacio Ramonet extraída de la publicación alemana Freitag. Las palabras de Ramonet, resultan muy acertadas y además las dice uno de los instigadores del Foro Social Mundial y por tanto digamos posee, esa autoridad moral para hablar, de su solido compromiso con él y con Attac en cuya fundación fue imprescindible.

Ramonet con pocas palabras al igual que hiciera en su artículo, "Desarmar los mercados financieros" lanza y provoca una discusión, a la que yo mismo pretendo recoger el guante. No obstante si discrepo de él, en alguna cuestión una de ellas es la crisis de Attac Francia, que no sin dificultad, ha sido superada.

El Socialismo del siglo XXI, sobre lo que es y será ya tiene el debate planteado. Yo humildemente señalaría que a tres bandas y por cierto en ninguna de ellas situaría a los movimientos sociales, por ahora.

La primera, sería la propuesta por la tercera vía, que en realidad lo que pretende es una laminación del socialismo y la aparición de un vago progresismo que incluiría a personajes, como Blair, los Clinton, Romano Prodi entre otros y otras, con la intención de fagocitar en la operación a otras personas y fuerzas políticas y que en España estaría sostenida por el grupo mediático y de poder PRISA, tratando con bastante éxito de involucrar al PSOE de Zapatero, en el resto de Europa al Partido Socialista Francés, por su crisis además de alemanes y británicos o a Lula y Bachelet en América Latina, en un totum revolutum, con el Partido Demócrata de los USA.
Como vemos esta operación afectaría sobre todo a los sectores más influyentes de la socialdemocracia y contaría con el apoyo a sus muy poderosas alas derecha. La resistencia frente a ella, solo la pueden hacer de forma efectiva, el ala izquierda de los Partidos Socialistas y socialdemócratas. Personas como Oskar Lafontaine, e incluso los sectores más conscientemente socialdemócratas de la Fundación Sistema y de "Temas", en el caso español, si es que esto no les pilla ya mayores. También desde el movimiento sindical con raíces socialistas debiera intervenirse y mucho, al objeto de denunciarla.

No obstante, la debilidad ideológica de la mayoría de los cuadros y las y los jóvenes socialistas-laboristas, les hace muy débiles frente a personajes como Giddens, o los economistas liberales que asesoran a los gobiernos de esta tendencia del Socialismo. Yo les recomendaría si me lo permiten leer y difundir a dos Keynesianos honrados como Stiglitz y Krugman, tambien a Vicenc Navarro, donde hay munición para rebatir a los neoliberales "entristas" en lo que queda de la II Internacional. También les recomendaría estudiar el por qué de Oskar Lafontaine y observar con atención su experiencia. Hoy muchas y muchos socialistas se han incorporado a los movimientos sociales, no por controlarlos, los aparatos socialdemócratas, están tan en lo suyo, que no se preocupan demasiado por ellos, sino buscando la militancia social, la acción socialista.
La segunda Tabla de discusión, estaría en lo que queda del Movimiento Comunista. Este sector también se debate entre la liquidación por derribo, el ajuste de cuentas interno o el aferramiento a formulas ya fracasadas. Los y las militantes comunistas, muy activos y sacrificadas en general, participan muy activamente en los nuevos movimientos sociales. Siempre que no vean en estos una correa de trasmisión de sus partidos, su aportación es muy valiosa, pero deben adecuarse más a los tiempos y los nuevos activismos sociales.

La revolución cubana, entra de lleno en este marco teórico, pero buscar salida y continuidad a la misma será la prueba del nueve, teniendo en cuenta que lo de Cuba, ni es exportable, ni las sociedades actúales lo asumirían, sobre todo en temas como el Partido único o la falta de democracia.

Las tendencias a considerar que solo lo bueno es lo que el aparato partidario plantea y que todas y todos los demás o están vendidos o son traidores, es una sería limitación psicológica e ideológica que debe ser superada.

Los pequeños grupos de comunistas de "izquierda" más "revolucionarios y puristas", lo que deben analizar es por qué son eso , grupos pequeños, que realizan grandes e inútiles esfuerzos de acción y que ven a los Movimientos Sociales como tierra de misión donde predicar aunque sea a gritos y de forma desabrida su buena nueva y única verdad rebelada. Su deseo de no analizar lo concreto y los pequeños detalles en los que el capitalismo y la Globalización neoliberal avanza y perjudica gravemente a la humanidad, hace estéril el hablar solo de cuál es la gran solución final y finalista.

También aquí recomendaría seguir con atención a Oskar Lafontaine, leer a Susan George, Vandana Siva, Ramonet y a otros muchos economistas críticos como Juan Torres, o del desarrollo critico como Fernando Lopez Castellano, el interesantísimo Naredo y a Vicenc Navarro. Por supuesto en España y América Latina, la publicación teórica "Sin Permiso" pude ser, es, una buena fuente de reflexión.

La tercera opción es sin lugar a dudas la que están experimentando desde el poder. La marcha hacía el Socialismo del siglo XXI, de hecho la han acuñado, Venezuela, Bolivia y Ecuador, tienen mucho de experiencia en este terreno y de ellas tenemos mucho que aprender. Estos estados, se han enfrentado al ALCA, le han plantado cara a la Unión Europea y los EE.UU en la OMC, se enfrentan al Acuerdo General del Comercio de Servicios por su carga antipública y privatizadora en favor de las transnacionales y son un autentico freno al neoliberalismo, por eso sufren tantos y tan injustos ataques por los media de empresa, es decir casi todos, de Occidente. Junto a estas experiencias debemos seguir igualmente lo bueno y malo de Nicaragua, Uruguay, Brasil e incluso de Argentina. Estos últimos, forman parte del Banco del Sur y de MERCOSUR y también por esto molestan al FMI al que le crearan serios problemas.

América Latina en su conjunto es un subcontinente entero plagado de esperanzas y de gran responsabilidad pues una ola de fracasos sería muy dura para la causa altermundista, antiglobalización y del pensamiento critico y socialista transformador.

También allí la acción política tiene de bueno que está en fase de construcción, es novedosa y como sostiene Ramonet, está muy ligada a los movimientos sociales que las han alumbrado incluyendo el caso de Brasil.

No parten pues de la experiencia cubana y si bien la admiran y respetan además de apoyarla y apoyarse en ella, no han reproducido miméticamente su caso. Son distintos, concurren a elecciones de forma regular y deben enfrentarse a poderosas derechas con escasa vocación democrática. Además la sede del Imperio Mundial la tienen excesivamente próximo, de hecho los USA los considera más como parte de su política interior, este hecho añade una dificultad a su proceso muy grande, pero también lo hace más interesante.

Los Movimientos Sociales surgen con fuerza como actores políticos y no solo reivindicativos o de resistencia ante la gran crisis que supone para toda la izquierda en su conjunto, incluida la socialdemocracia, la caída del muro de Berlín y el hundimiento de la Unión Soviética.

De la vanguardia del Partido del Proletariado, pero en manos de los "revolucionarios profesionales", devenidos en burócratas y policías, se pasa a la vanguardia colectiva del todas y todos sin burocracias ni aparatos.

El movimiento de los movimientos, sin embargo ha sido capaz de organizar el Foro Social Mundial, dotarse de un bagaje teórico muy importante y sobre todo de plantarle cara con credibilidad al capitalismo. Ha descubierto y denunciado además la actual fase del mercado como financiero y especulativo y ha dejado al descubierto su carácter dictatorial.

Decir que muchos de los nuevos movimientos Attac entre ellos somos Socialistas de corazón, no es sino descubrir una verdad, de la que no se hace gala, pero que se lleva muy dentro, pues se pretenden superar injusticias, profundas reformas y mejoras, pero que lleven hacía un mundo habitable y mucho más justo. La raíz anticapitalista de los nuevos movimientos sociales es innegable, pero con otra ética y otra estética. Los movimientos sociales somos tal vez más humildes, pues no monopolizamos la verdad, tenemos muy diversos campos de acción y de lucha, por eso articular las movilizaciones es más lento y dificultoso, pero a pesar de la bisoñez, se ha sido capaz en muy poco tiempo de resistir embates, articular resistencias e incluso ayudar a tomar el poder (Brasil, Venezuela, Bolivia , Ecuador), a recuperarlo fuerzas progresistas (España con el no a la Guerra), o plantear políticas a llevar a cabo por gobiernos de centroizquierda (Noruega).

Queda un problema grave por resolver y es la relación con el poder. Como se resuelve la política de alianzas, apoyos, disensiones y/o enfrentamientos con el poder, sobre todo si este lo ostentan fuerzas que están o estuvieron próximas.Es decir ser conscientes que también tenemos mucho que decir y aportar al Socialismo del siglo XXI, yo diría más, que sin los movimientos sociales, este no podrá articularse.

Que propongo por ahora, pues impedir en lo posible que el socialismo sea fagocitado y eliminado como una antigualla por los de la tercera vía, las empresas mediáticas y no mediáticas, las transnacionales que financian un progresismo que no sea lesivo para sus intereses de dominación y acumulación de capital.

Favorecer la unidad de la izquierda política con programas posibles y realizables, pero que repartan y redistribuyan, busquen la justicia fiscal global, garanticen los derechos de ciudadanos y ciudadanas, defiendan el medio ambiente y busquen la paz. Pero siendo muy exigentes, vigilantes, críticos y al mismo tiempo con altura teórica y estratégica. La relación con la política institucional de los movimientos sociales, siempre será conflictiva y así debe ser. Nosotras no nos conformamos con una democracia meramente representativa y formal, pretendemos la participación cívica activa y además no estamos constreñidos por periodos electorales, no somos movimientos electorales, estimo no debemos serlo. Nuestra independencia y autonomía debe ser sagrada. Pero de la misma forma nuestro compromiso con el avance de los derechos y la política transformadora de una realidad injusta y que acabará con el planeta de seguir por estos derroteros, debiera ser activa.

Pero hay algo que debe quedar muy claro y es que si no nos movilizamos más frecuentemente y no somos capaces de ir poniendo sobre la mesa nuestra agenda, las y los poderosos, seguirán a sus anchas y podemos acabar siendo un reclamo turístico más.

El capitalismo tiene una capacidad de adaptación y cambio más rápido y eficaz de lo que pensamos. Nosotras/os también debemos ser capaces de analizarlo y criticarlo con la misma rapidez, pero con rigor y verdad.

El Socialismo del siglo XXI es además necesario para afrontar los retos del siglo en el que vivimos, puede resultar esta una perogrullada, pero era necesario hablar de él, precisamente porque muchas y muchos seguimos creyendo que es necesario y posible. No es un dogma, no es una fe, es un camino, hacía otro mundo, pero para transformarlo.

Por ahora los gestores del capitalismo lo único que han demostrado es su capacidad para hacer dinero aunque sea acosta de guerras, su gran habilidad en generar crisis económicas superadas gracias al trabajo y el sacrificio de la mayoría, o de sus ejércitos y de mantener la dominación sobre las y los más. Pobreza y egoísmo suicida es su gran aportación a la historia de la humanidad.

1 comentario:

Álvaro dijo...

Socialismo o muerte, como dice Chávez.