Una agente se infiltró con nombre falso; primero, en el grupo de trabajo de Attac-Vaud y, posteriormente, dentro del grupo de los siete autores del libro. De esta manera (principalmente a través de la lista de correo electrónico establecida entre los autores) tuvo acceso directo a todas las investigaciones, fuentes y contactos (tanto suizos como del extranjero) con los que los autores trabajaron. Esto sucedió tanto en el marco de la publicación del libro, como también en el de la campaña que se emprendió para su difusión, como el Forum Nestlé, celebrado el 12 de julio de 2004 en Vevey. La agente de Securitas acudía con regularidad a las viviendas de los siete autores, en las que se desarrollaban las reuniones de trabajo. El libro se ocupa principalmente de la posición que mantiene Nestlé respecto a la manipulación genética de organismos y la privatización del agua potable, tratando también otros aspectos como las luchas que llevan a cabo sindicalistas y activistas en diferentes países contra Nestlé, y en los que no son respetados los derechos humanos, como, por ejemplo, en Colombia.
La cumbre del G8 tuvo lugar entre el 1 y el 3 de junio de 2003 [se refiere a la cumbre realizada en Évian-les-Bains, Francia]. La realización del libro sobre Nestlé y los encuentros del grupo de autores en los que la agente de Securitas se infiltró comenzó, no obstante, a partir del otoño de 2003 -es decir, un tiempo después de la cumbre del G8-, habiéndose realizado espionajes hasta el verano de 2004. Por lo tanto, tal espionaje no fue encargado por Nestlé para proteger su edificio, sino para entresacar información acerca de las investigaciones del libro y de sus editores.
La agente daba periódicamente informes a Securitas, los cuáles eran reenviados automáticamente a su cliente Nestlé. De acuerdo con las investigaciones del programa "tiempo presente", la agente acudió al menos una vez con los responsables de seguridad de Securitas a la sede central de Nestlé, donde informaron extensamente a los responsables de comunicación de la multinacional sobre los encuentros del grupo de trabajo de Attac. La policía de Vaud, asimismo, estaba al corriente de esta infiltración y de la información que se iba obteniendo. Sin embargo, teniendo conocimiento de este deshonesto procedimiento, no consideró como parte de su trabajo el informar a las personas afectadas.
Por nuestra parte y desde nuestra indignación, consideramos este procedimiento como un atropello de los principios de libertad de expresión y de los derechos democráticos fundamentales. Consideramos que nuestros derechos personales han sido violados y estamos especialmente escandalizados de que esta actividad de espionaje haya tenido lugar bajo la mirada de la policía cantonal del Vaud, no considerando ésta necesario informarnos de que éramos los objetivos de tal infiltración. Vaya por delante que, de ninguna manera, se está poniendo en entredicho a los empleados de esta gran multinacional, no habiendo tenido conocimiento sobre estas actividades de su dirección; Nestlé ha tomado la decisión de no permitir que un grupo de ciudadanos pueda realizar sin su control un estudio científico sobre sus actividades, ejerciendo controles y obteniendo información a través de la infiltración y el espionaje. Por último, denunciamos la labor llevada a cabo por Securitas. Esta empresa privada de seguridad, cuya tradicional prestación de servicios se encuentra dentro del ámbito de la vigilancia de edificios y aparcamientos, ha aceptado un encargo de espionaje a un grupo de personas, que en ningún caso representaba ningún tipo de amenaza o peligro, aparte del hecho de que los resultados de su investigación no podían ser controlados directamente por la multinacional Nestlé.
Por estas razones, los autores y autoras de libro han decidido interponer una denuncia contra quien corresponda.
Sandra Bott, Ounsi El Daïf, Isabelle Paccaud, Janick Schaufelbühl, Béatrice Schmid (Attac Suiza)
Notas complementarias sobre Nestlé
Nestlé es la empresa multinacional más poderosa en los sectores de la alimentación y el agua. Fundada en 1843, su sede principal se encuentra a orillas del lago Leman, en Vevey, Suiza. En 2003, su facturación superó los 65.400 millones de dólares y sus beneficios netos alcanzaron los 4.600 millones de dólares. Su capitalización bursátil es de 107.000 millones de dólares. Más de 275.000 hombres y mujeres, de casi todas las nacionalidades trabajan para Nestlé, que cuenta con 511 fábricas en 86 países. Controla más de 8.000 marcas en los sectores del agua y la alimentación humana y animal. Por su tamaño es la empresa número 27 en el mundo.
(...) Ahora Nestlé está dirigida por un austriaco de sesenta años, originario de Villach (Carintia), Peter Brabeck-Lemathe. Es un hombre cálido y hábil. Alpinista experimentado, bronceado durante todo el año, su energía se sale de lo común. De inteligencia brillante, seductor elegante, sabe acercarse a la gente. Sus modales son suabes y su sonrisa amistosa. Le apodan el Canónigo.
Tras este rostro amable se oculta un cosmócrata, con un corazón duro capaz de quebrar sindicatos, de enfrentarse, mediante argumentos falaces, con las organizaciones internacionales y la opinión pública, y de imponer en todo momento y en cualquier lugar una estrategia de maximalización de los beneficios privados, sin fijarse en el precio que tendrán que pagar sus vícitmas.
Brabeck fue durante decenios procónsul de Nestlé en América del Sur. Políglota, casado con una chilena, conoce íntimamente la mayor parte de los secretos de las diferentes oligarquías al sur de Rio Branco. En aquella época, de acuerdo con la CIA, las empresas multinacionales no dudaban en desestabilizar a los escasos gobiernos progresistas del continente, especialmente en Chile.
Ziegler, Jean: El imperio de la vergüenza, Ed. Taurus, Madrid, 2006, pp.239-241
No hay comentarios:
Publicar un comentario